En Estados Unidos, se ha suspendido la huelga en los puertos de la Costa Este y el Golfo de México. El jueves 3 de octubre, el sindicato de estibadores (ILA) llegó a un principio de acuerdo con el sindicato patronal (USMX), que no pone fin a todos los reclamos, pero que ya ha supuesto importantes aumentos salariales. El Presidente Joe Biden celebró el acuerdo en una declaración que destilaba alivio.
En total, un aumento del 62% en seis años. Eso es lo que han conseguido los estibadores después de tres días de huelga, informa nuestro corresponsal en Washington, Guillaume Naudin. Pedían más, pero la patronal ofrecía menos. Así que todo el mundo está haciendo un esfuerzo. También se gana tiempo. Porque sólo se trata de un acuerdo de principio, lo que significa que las negociaciones pueden prolongarse hasta el 15 de enero sobre las otras cuestiones que están en el origen de la huelga, en particular la automatización del trabajo en las terminales de carga.
Un conflicto de temidas consecuencias
De haberse prolongado, este conflicto podría haber tenido las mismas consecuencias que la casi paralización de la economía durante la pandemia de coronavirus: interrupción de las cadenas de suministro, estanterías vacías en las tiendas y, sobre todo, lo más temido de todo, aumento de la inflación. Según Oxford Economics, cada semana de huelga habría reducido el PIB estadounidense entre 4.500 y 7.500 millones de dólares y, como efecto dominó, hasta 105.000 personas podrían haber perdido su empleo. Algo impensable en plena campaña, a un mes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
La Administración estadounidense había presionado abiertamente para que se llegara a un acuerdo que lo evitara. La vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, pidió justicia para los estibadores y recordó que su oponente, Donald Trump, explicó que había que despedir a los trabajadores en huelga. Inmediatamente después del anuncio, Joe Biden aplaudió el acuerdo en un comunicado que destilaba alivio.
Los resultados de los transportistas se habían disparado
Unos 45.000 miembros del sindicato de estibadores llevaban en huelga desde el martes en 36 puertos de la Alianza Marítima estadounidense en la costa este y el Golfo de México, ante la falta de acuerdo sobre un nuevo convenio social de seis años. Esto representa una media de más de 2.100 millones de dólares de valor comercial al día, según varias fuentes, informa AFP. El Ministro de Transportes, Pete Buttigieg, declaró el miércoles que las compañías marítimas habían visto aumentar sus beneficios en torno a un 350% en diez años, mientras que los salarios de los estibadores sólo habían subido un 15% en el mismo periodo.