La inflación se está frenando un poco en el Reino Unido, pero sigue disparada al 10,1%, según las cifras de marzo. Esto se debe al precio de los alimentos, que se ha disparado un 19,1% en un año, según las cifras de marzo, el mayor aumento desde 1977.

Con la corresponsal de RFI en el Reino Unido, Laure Van Ruymbeke

En la pequeña ciudad portuaria de Whitehaven, las tiendas cierran una tras otra. Después del Covid-19, es la inflación la que golpea a sus habitantes. Los alquileres, las facturas de electricidad y los precios de los alimentos se disparan.

Connor dejó su apartamento para irse a vivir con su madre. Ahora, este empresario autónomo de 28 años se concentra en sus compras. Y lo ha intentado todo para ahorrar dinero. “En las redes sociales y demás, siempre ves a gente que aconseja ir a Asda o a Home Bargains", dice. “Yo compro mucho a mayoristas. Y me he dado cuenta de que los precios son los mismos que en los supermercados. Ya no es como antes, cuando podías entrar en Aldi con 100 libras (unos 113 euros) y salir con seis bolsas. Ahora sales con dos bolsas”, resume.

Cereales, chocolate o platos preparados, en máximos históricos

Las etiquetas de los alimentos muestran aumentos en un 19,1% en marzo, según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONS). Pan, cereales… En marzo también se registraron aumentos récord en chocolate y productos de confitería, platos preparados y salsas y bebidas calientes, señala el instituto en su informe mensual.

Katarina dirige un centro social en una zona desfavorecida de la ciudad. Todas las semanas ayuda a los vecinos a hacer la compra. "La semana pasada ayudé a una señora, estaba en una situación de crisis. Le pregunté qué quería, y me dijo que sólo quería bocadillos, que sería fácil y barato", dice. “Me choca que cada vez que voy a una tienda cuesten 10 céntimos, 20 céntimos más.

El Gobierno promete que la inflación bajará mucho a finales de año. Pero en Whitehaven, la prioridad es llegar a fin de mes.