Alice Weidel, lesbiana residente en Suiza con una pareja de origen esrilanqués, presenta un perfil atípico para una dirigente de extrema derecha. Pero ello no impide que esta “Dama de Hierro” con guante de terciopelo adopte posiciones cada vez más radicales.

A sus 45 años, esta madre de dos niños adoptados fue coronada oficialmente candidata a la cancillería este fin de semana por los delegados del congreso de Alternativa para Alemania (AfD), que tiene el viento a favor de cara a las elecciones legislativas del 23 de febrero.

Un sondeo de Insa publicado el sábado sitúa a este partido antisistema, antiimigrante y prorruso en segunda posición y hasta el 22%.

Aunque la AfD no tiene ninguna posibilidad de gobernar, ya que ningún otro partido está dispuesto a formar coalición con ella, Alice Weidel ya ha conseguido erigirse en la figura dominante de la campaña.

“Mascarón de proa”

La mujer que la AfD describe como el mascarón de proa del partido está aprovechando la plataforma de lanzamiento que le proporciona el hombre más rico del mundo, Elon Musk.

Musk, cercano al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, está intensificando su apoyo, organizando incluso un debate en directo con ella esta semana en su plataforma X.

La receta parece funcionar. Alice Weidel “es el taparrabos perfecto para el partido”, a menudo acusado de cercanía a círculos neonazis, según el semanario Der Spiegel.

 “Cuando alguien dice que la AfD es misógina, homófoba o racista, los directivos replican que ellos tienen a Weidel y que, por tanto, la AfD no puede serlo -aunque realmente lo sea”, añade.

De origen acomodado, esta ex miembro del partido liberal pro-empresarial FDP, que suele llevar un collar de perlas blancas y un traje pantalón, ha dicho en el pasado que su modelo a seguir era Margaret Thatcher y su reestructuración forzosa de la economía británica.

Alice Weidel, que habla mandarín con fluidez y ha vivido en China y Estados Unidos, tiene un perfil mucho más internacional que muchos miembros de la AfD. También procede de la rica región occidental de Baden-Württemberg, mientras que su movimiento es principalmente fuerte en el este del país.

Según el profesor Wolfgang Schroeder, de la Universidad de Kassel, la copresidenta del movimiento pertenece al ala moderada de la AfD “que aspira a una existencia independiente a la derecha de los conservadores” y no al ala más radical “que defiende una posición profundamente étnica, autoritaria y nacionalista”.

 “Como mujer del oeste de Alemania y homosexual, tiene algunos problemas para establecer el vínculo con la ideología de su partido”, comentó Anna-Sophie Heinze, politóloga de la Universidad de Tréveris.

A pesar de la continua radicalización de la AfD, y a diferencia de otras personalidades “expurgadas”, esta doctora en economía, que ha trabajado para Goldman Sachs, se ha quedado.

Radicalización

Con el tiempo, su imagen de moderación se desvaneció. En vísperas de las elecciones, Alice Weidel, bajo la presión de la poderosa ala identitaria de la AfD de Björn Höcke, quiere dar garantías de que no será superada.

Cuando se enfrentó a Elon Musk, no dudó en describir a Adolf Hitler como “comunista” y "socialista", lo que le valió acusaciones de revisionismo histórico.

En el congreso de la AfD en Riesa, que termina el domingo, su discurso “nunca había sido tan radical”, comentó la cadena de televisión NTV.

Alice Weidel respaldó plenamente la idea de la expulsión masiva de extranjeros o personas de origen extranjero: “Lo digo sinceramente, si hay que llamarlo ‘reemigración’, se llamará ‘reemigración’”, insistió.

A diferencia de otros partidos de extrema derecha en Europa, ella está jugando con la polarización al máximo, similar al FPÖ austriaco.

Mientras que Marine Le Pen en Francia, con la que mantiene una difícil relación, se ha comprometido a banalizar a Agrupación Nacional, distanciándose del sulfuroso legado de su padre Jean-Marie, Alice Weidel y la AfD “siguen teniendo una postura antisistema”, señaló Schroeder.

Y “comparada con Marine Le Pen en Francia, o Giorgia Meloni en Italia, Alice Weidel tiene menos experiencia” en la batalla política, señala Schroeder, “las dos primeras juegan en la Bundesliga y ella en cuarta división”.

(Con AFP)