El presidente surcoreano Yoon Suk Yeol sumergió a su país en el caos político al imponer la ley marcial y enviar el ejército al Parlamento, aunque al poco tiempo se vio obligado a darle marcha atrás debido a la respuesta de la oposición y de la ciudadanía.
La suspensión del mando civil fue para "salvaguardar una Corea del Sur liberal de las amenazas que plantean las fuerzas comunistas de Corea del Norte", dijo el mandatario Yoon Suk Yeol, luego de que la noche del martes anunciara la imposición de la ley marcial en Corea del sur. Era la primera vez de un anuncio de este tipo tras más de cuatro décadas.
Para Camilo Aguirre, coordinador del programa de estudios coreanos del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, el accionar del mandatario Yoon fue una gran “paradoja”, pues explica que el presidente hizo este movimiento como un intento de adelantarse a una inminente acusación constitucional en su contra”.
“Estas tesis del autogolpe, básicamente sería eso. Adelantarse a una eventual acusación constitucional y él cuando invocó la ley marcial, lo hizo en defensa de la democracia y del orden liberal”, señaló Aguirre resaltando que “la paradoja es que después de haber invocado esta ley marcial y traer a la memoria colectiva de muchos coreanos la época de la dictadura, él se ha convertido en una amenaza a la democracia, por lo cual es muy difícil que él complete su mandato”.
Para el analista, lo más probable es que la oposición siga en este afán de acusar constitucionalmente al mandatario surcoreano y busque destituirlo, pues cuenta con poco apoyo en el legislativo. “Recordemos que dentro del grupo de 190 asambleístas que votaron para cancelar la ley marcial había un grupo de 18 asambleístas de su propio partido”, indicó.
Aguirre asegura que lo más sorprendente de lo sucedido fue la rápida respuesta de la población: “Yo creo que lo que no logró prever el presidente fue esta respuesta tan rápida de la ciudadanía coreana, porque la oposición lo que hizo fue hacer un llamado a la población a defender la Asamblea Nacional como el último bastión de la democracia surcoreana. También tiene relación cómo se vive la democracia en Corea del sur y las redes sociales, porque yo creo que si esto pasa en un contexto en que la gente no está revisando sus teléfonos celulares antes de la medianoche, probablemente hubiera sido muy difícil que tantas personas se enteraran y concurrieran a la Asamblea Nacional. Había cerca de 2000 personas”, agregó.
¿Qué sigue para Yoon?
Seis partidos opositores presentaron una moción de censura para destituir al presidente, que podría ser votada el viernes. La oposición tiene una amplia mayoría en el Parlamento, de 300 escaños, y solo necesita algunos votos del partido de gobierno para alcanzar la mayoría necesaria de dos tercios.
Si se aprueba la moción de censura, Yoon será suspendido a la espera de la Corte Constitucional, que deberá emitir un fallo en 180 días. En dicho periodo, el primer ministro asumiría la presidencia.
Finalmente, si Yoon es destituido, se deberán celebrar nuevas elecciones presidenciales en 60 días.
Con AFP