Bashar al Asad ha sido derrocado por los rebeldes encabezados por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) a cuya cabeza está Abu Mohamed al Jolani, ex Al Qaida y ex Frente al Nosra. Este domingo, el líder rebelde declaró en un discurso en la mezquita de los Oyeyas que la “victoria”, había “purificado” a Siria y que se trata de una “victoria para toda la comunidad islámica”. ¿Hacia qué régimen se encamina la nueva Siria?

La retórica del nuevo hombre fuerte de Siria no deja lugar a dudas. A parte del discurso en la emblemática mezquita de la ciudad vieja de Damasco, Jolani, musulmán sunita, también se expresó por el canal de mensajería Telegram y arremetió contra los chiitas.

“Esta "victoria fue posible por la gracia divina, la sangre de los mártires (..) y el sufrimiento de quienes languidecieron en la cárcel", agregó. Bajo el poder de Asad, Siria fue "entregada a la codicia iraní", al "sectarismo y a la corrupción", señaló refiriéndose al apoyo de Irán y del movimiento libanés Hezbolá al gobierno de Asad.

Ante este discurso y el panorama tan dispar ideológicamente de los grupos rebeldes, se abren muchos interrogantes sobre qué forma va a tomar el nuevo Gobierno sirio, quiénes van a formar parte de él y si Jolani va a contar con los grupos kurdos como las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS)

“Ha habido una negociación con las antiguas élites dirigentes y sobre todo con el primer ministro del gobierno de Asad para preparar un gobierno transitorio, pero no se sabe qué tipo de gobierno va a ser, si será un gobierno religioso regido por la Sharía (Ley islámica) o si va a ser un gobierno civil basado en una democracia liberal”, explica a RFI Ignacio Álvarez Osorio, catedrático de Estudios Árabes en la Universidad Complutense de Madrid.

Ya ha hay ejemplos en la historia en los que una revolución desemboca en una república islámica totalitaria como Irán con la llegada de los Ayatolas al poder en 1979. Más recientemente tenemos el ejemplo de la vuelta del régimen talibán a Afganistán.

Siria, un país extremadamente heterogéneo

Un modelo 100% religioso parece “extraordinariamente complejo”, considera el catedrático. “Habida cuenta de que Siria es un país muy heterogéneo, también en lo confesional, con presencia de minorías, no sólo está la mayoría musulmana sunita, sino también minorías como los musulmanes chiitas, los cristianos, minorías kurdas que no estarían muy a gusto por un régimen regido por la Sharía”, agrega Ignacio Álvarez Osorio.

“Es demasiado pronto, pero hay visiones muy encontradas, incluso anacrónicas, defendidas por los diferentes grupos rebeldes que han derrotado a Bashar al Asad”, advierte el catedrático.