En Estados Unidos, Donald Trump realizó el martes 3 de diciembre una serie de nombramientos para su administración. Sin embargo, no dijo nada sobre el caso que agita el microcosmos político estadounidense y las preguntas cada vez más insistentes sobre la viabilidad de su elección para el puesto de Secretario de Defensa.

Con Guillaume Naudin, corresponsal de RFI en Washington

“No, siempre he sido un luchador” es la respuesta de Pete Hegseth cuando se le pregunta si retiraría su candidatura para dirigir el Pentágono. El ex militar y actual presentador de televisión pasó el miércoles en el Senado intentando convencer a los representantes republicanos para que le confirmen en el puesto.

Según NBC News, hasta seis republicanos del Senado, entre ellos Lindsey Graham (Carolina del Sur), uno de los aliados más firmes de Trump, miran de reojo a Hegseth, cuya nominación necesita la aprobación de la Cámara Alta.

Ha cambiado

Hay que decir que se enfrenta a acusaciones de consumo excesivo de alcohol, relaciones adúlteras y agresiones sexuales. Se ha comprometido a no beber ni una gota más de alcohol si es confirmado. Su propia madre, que le escribió acusándolo de “abusador de mujeres” por su comportamiento en 2018, apareció en el programa matinal de la conservadora Fox News, la cadena en la que trabaja su hijo, para decir que se disculpó inmediatamente por haber escrito eso y para decir que su hijo ha cambiado.

Pero el particular y controvertido perfil de Pete Hegseth, sumado a su inexperiencia para asumir un cargo así, no parece convencer a todos los que tienen que confirmar su nominación.

Ron DeSantis, ¿el remplazo?

Según informaciones de prensa, reveladas en primer lugar por el Wall Street Journal, Donald Trump está considerando otras opciones. Una de ellas es nombrar a alguien con un perfil mucho más político: el nombre de Ron DeSantis, gobernador de Florida y antiguo rival de Donald Trump en las primarias republicanas, surge una y otra vez.