Rusia aseguró el martes haber derribado ocho drones ucranianos lanzados contra la capital rusa y su región, una "respuesta" de Ucrania a las recientes oleadas de bombardeos rusos contra Kiev, según Moscú. Esta intervención contra Moscú tiene lugar en un contexto en el que se han multiplicado los ataques en territorio ruso. La semana pasada se produjo una llamativa incursión en la región de Belgorod, fronteriza con Ucrania.

En las últimas semanas se han multiplicado los bombardeos e incursiones en Rusia. Kiev afirma estar preparando una gran contraofensiva para repeler a las fuerzas rusas de los territorios que ocupa en Ucrania. El ataque de drones contra Moscú, el más nutrido desde el inicio del conflicto en Ucrania en febrero de 2022, tiene lugar tras varias andanadas de bombardeos contra Kiev en pocos días. Aunque la incursión en Moscú causó sólo algunos heridos leves y daños menores, el ataque en la capital rusa, muy protegida y alejada del frente, tiene un impacto psicológico fuerte en Rusia. Vladimir Putin acusó a Ucrania de querer "aterrorizar" a los rusos.

Desde el mes de marzo, Rusia se ha visto golpeada por una serie de sabotajes, ataques con drones e incursiones armadas en regiones fronterizas con Ucrania.

Tras estas incursiones algunos analistas destacan que Moscú pareciera acercarse de la línea de frente, en un conflicto en que los drones están jugando un papel de primera importancia. como explica a RFI César Pintado profesor del Campus Internacional de Seguridad y Defensa en Sevilla, experto en drones de aplicación militar.

"El primer dron armado surgió en 2001, fue un Predator norteamericano haciendo un ensayo contra una base donde se suponía estaba Ben Laden, un ejercicio que tuvo lugar en junio 2001. Se podría decir que ese fue el punto de partida del dron armado. Antes de eso, se utilizaban como plataformas de vigilancia, inteligencia y reconocimiento."

“El lugar de los drones en la guerra ruso ucraniana es día a día, no hablaría de una operación concreta en la que hayan tenido un efecto decisivo, aunque están siendo muy útiles y su uso muy publicitado. Algunas veces, más que su efecto en el resultado general de las operaciones, estamos viendo —como en estos últimos días—, que los drones están siendo utilizados casi como un arma propagandística, con estos ataques a las capitales enemigas. Una etapa que recuerda el papel de la aviación en la Primera Guerra mundial, al principio con baja potencia de fuego y que buscaba empujar sus límites. Cómo, por ejemplo, un proyecto de dirigible para bombardear Londres, que no prosperó, pero fue un golpe propagandístico imparable. O esos pequeños aviones con pilotos que lanzaban ellos mismos bombas del tamaño de una botella, que no fueron una gran contribución, pero sí que ayudaron a llevar a la guerra al territorio enemigo.”