Los socialistas del jefe de gobierno español Pedro Sánchez sufrieron un duro revés a manos de la oposición de derecha en las municipales y autonómicas del domingo en España, un muy mal augurio para el gobierno de izquierda a seis meses de las legislativas nacionales.
El Partido Popular (PP) recuperó su bastión histórico en Valencia y conquistó regiones importantes como Baleares, Aragón y Extremadura. La derecha ha conservado y reforzado su gran bastión, Madrid, tanto el municipio como la región. Además, ha obteniendo varias mayorías absolutas.
El líder del Partido Popular (PP), principal partido de la oposición de derechas, Alberto Núñez Feijóo, anunció inmediatamente "un nuevo ciclo político". Su campaña se enfocó en acusar a Pedro Sánchez de estar subordinado tanto a la izquierda radical como a partidos independentistas del País Vasco y Cataluña, los cuales suelen apoyar al gobierno para aprobar sus reformas. Esta estrategia parece haber surtido efecto.
Así reconoció esta derrota un socialista, el presidente regional saliente de Aragón, Javier Lambán: un "tsunami" de la derecha "ha pasado hoy en todas y cada una de las comunidades autónomas (regiones) de España".
Este domingo, los españoles estaban llamados a renovar 8.087 municipios y 12 de las 17 regiones. El PP se ha impuesto en las ciudades, por ejemplo, en aglomeraciones de importancia como Sevilla, Valladolid y Zaragoza, recalca nuestro corresponsal en Madrid, François Musseau.
El gran problema para el Partido Popular es que, en la mayoría de las regiones y ciudades, se verá obligado a gobernar con el apoyo de Vox, la extrema derecha, un rival molesto y fuente potencial de disputas e incluso de discordia. Esto probables pactos serán un problema para Núñez Feijóo, quien sabe que las legislativas se ganan con un discurso más de centro.
Porque Vox es el otro gran ganador de estas elecciones. Ya es la tercera fuerza política en el Parlamento, con más de 1,5 millones de votos en las municipales (7,19%), ha duplicado su resultado en cuatro años y ha logrado avances espectaculares en muchos parlamentos regionales. Su apoyo será "absolutamente decisivo" para que la derecha desbanque a la izquierda, dijo su líder Santiago Abascal.
El PP logró sus objetivos este domingo, empezando con haber conseguido el mayor número de votos en las municipales, con más de 7 millones (un 31,5%), dos millones más que hace cuatro años, frente a los 6,2 millones (28,1%) del Partido Socialista de Pedro Sánchez
Y principalmente, el PP tenía casi asegurada la conquista de al menos seis de las diez regiones hasta ahora gobernadas (directamente o en coalición) por los socialistas.
En una de sus dolorosas derrotas, los socialistas perdieron la alcaldía de Sevilla, la mayor ciudad de Andalucía (sur) y uno de sus baluartes, en beneficio del PP, según la televisión pública TVE.
Los socialistas tampoco lograron ganar en Barcelona, la gran metrópolis de Cataluña, que ocuparon desde 1979 hasta 2011, aunque podrían intentar un pacto con otros partidos de izquierda para gobernar en coalición. Según los resultados parciales, Podemos también habría sufrido un retroceso neto.