En Kosovo, las tensiones siguen siendo elevadas en el norte de este Estado con una gran población albanesa, cuya independencia es contestada por Serbia. Mientras Occidente responsabiliza a Pristina de las tensiones relacionadas con las elecciones municipales, el premier kosovar cuenta con un amplio apoyo de la población albanesa.

Con nuestros corresponsales Marta Moreno y Louis Seiller

Mientras la situación sigue siendo muy tensa en el norte de Kosovo escenario de enfrentamientos que han dejado heridos a soldados de la OTAN y a manifestantes, el primer ministro, Albin Kurti, es objeto de las críticas de sus socios occidentales.

Críticas de Occidente

Pero en la ciudad de Mitrovica, albaneses como Sefije culpan a los serbios: "Según los internacionales, las elecciones fueron legítimas. Para complacer a los serbios, ya se habían aplazado, dos semanas o un mes, pero los serbios no aceptan nada y no van a votar".

Estados Unidos y Francia han instado repetidamente a Albin Kurti a que dé marcha atrás en su decisión de investir a los nuevos alcaldes albaneses de sus municipios, de mayoría serbia, cuya elección fue boicoteada por los serbios.

"Bajo ningún concepto debe rendirse. ¡Estas decisiones son correctas! ¡Son legales! Y defienden tanto al pueblo albanés como al serbio. En el norte, son las bandas criminales las que imponen la ley, ¡no se lo imaginan!", exclama Ruzhde, que apoya a su primer ministro.

Tanto líderes serbios como ciudadanos y representantes internacionales piden a Pristina que cumpla con lo prometido en los acuerdos firmados hace menos de un mes, en los que se comprometía a crear la Asociación de Municipios Serbios, algo que los serbios de Kosovo llevan reclamando desde 2013.

Reconocimiento de la independencia del país

Para Ylli, como para la mayoría de los kosovares albaneses, el principal culpable de las tensiones actuales es el presidente serbio, Aleksandar Vucic, que, 15 años después, sigue sin reconocer la independencia del país: "La comunidad serbia debe aceptar de una vez que Kosovo es una República y un Estado y que las leyes de la República de Kosovo deben respetarse", afirma.

A pesar de las presiones diplomáticas, Albin Kurti ha reafirmado su intención de extender la autoridad del Estado kosovar a todo el territorio.