La corte suprema de Brasil negó este jueves un pedido del expresidente Jair Bolsonaro, investigado por una presunta trama golpista, para asistir a la toma de posesión de Donald Trump en Estados Unidos el lunes.
La justicia brasileña negó la petición de Bolsonaro de recuperar su pasaporte para poder viajar a Estados Unidos a la toma de posesión del presidente Donald Trump, prevista para el próximo lunes.
El juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes rechazó la petición porque considera que aún hay riesgo de fuga porque el propio Bolsonaro incentivó a los acusados de intentar un golpe de Estado en Brasilia en enero de 2023 a huir de Brasil para escapar de la justicia. El juez cita incluso declaraciones de Bolsonaro en que no descarta pedir asilo político en otro país.
Las autoridades confiscaron el pasaporte del expresidente brasileño en febrero del año pasado al principio de las investigaciones policiales sobre su participación en el intento golpista. Desde entonces, la justicia siempre le ha impedido salir de Brasil.
Además, al margen del problema del pasaporte, el juez afirma que los abogados de Bolsonaro no presentaron ningún documento que probarse que Trump había invitado a Bolsonaro a la ceremonia. Sus abogados, No obstante, alegan que el correo electrónico de la empresa que organiza el acto ya era la invitación oficial.
La negativa de Moraes de autorizar el viaje "disminuye la posición de Brasil en el escenario mundial y envía un mensaje preocupante sobre el estado de la democracia y la justicia en nuestro país", señaló Bolsonaro en un comunicado en X.
Y dijo que era "otro ejemplo más del uso continuado del 'lawfare' (activismo judicial)" en su contra "para neutralizarlo como adversario político en los tribunales y no enfrentarlo en las urnas".
La defensa del exmandatario recurrió la decisión de Moraes, según un documento judicial enviado a la AFP.
Aunque él no podrá viajar a Washington si se espera que esté presente 1 de sus hijos, el diputado Eduardo Bolsonaro, principal articulador de la política internacional de la extrema derecha brasileña. También acudirán al menos 16 congresistas brasileños desde Río de Janeiro.