Decenas de sismos – algunos de magnitud 7,6 – sacudieron este lunes el centro de Japón y provocaron olas de tsunami que podrían alcanzar varios metros. Ninguna central nuclear presentó anomalías, según las autoridades, y 40.000 hogares estuvieron sin electricidad.

 

Con nuestros corresponsales en Tokio, Gonzalo Robledo y Frédéric Charles. 

Una serie de terremotos sacudieron el centro de Japón este lunes 1° de enero. Más de 50 sismos de magnitud mayor a 4 y de hasta 7,6 se registraron durante poco más de 90 minutos, informó la Agencia Meteorológica japonesa. El epicentro se ubicó en la península de Noto, en la prefectura de Ishikawa, y a a las 16hrs (hora local) se dio la primera alarma. 

Las autoridades emitieron una alerta máxima de tsunami a lo largo de toda la costa que da hacia Siberia y Corea. En la noche se retiró el nivel máximo, pero se pidió a los residentes de las zonas costeras no regresar a sus hogares, ya que aún podían llegar olas mortales. 

En la prefectura de Ishikawa se observaron olas de más de un metro. El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, con sede en Hawái, informó sin embargo que el riesgo había quedado atrás. 

La televisión nacional ha pedido a la población que busquen refugio en cuanto antes en las zonas más altas en proximidad. Sigue vivo el recuerdo del 11 de marzo de 2011, cuando un terremoto de magnitud 9 dejó casi 20.000 muertos.

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La alerta se ha extendido a una costa de casi 1.300 km desde el norte hasta el sur del país y cubre las zonas donde hay centrales nucleares, aunque el gobierno japonés ha declarado que momento no hay peligro en estas zonas.  

Imágenes de televisión muestran casas parcialmente destruidas en la prefectura de Ishikawa. Más de 40.000 hogares están sin electricidad. La infraestructura a prueba de terremotos parece haber absorbido la onda expansiva.  

El terremoto sacudió incluso los rascacielos de Tokio aunque más de 400 km separan la capital japonesa de la península de Noto, una región subdesarrollada y habitada.