En los últimos días, varios periodistas de investigación de Ucrania han sido objeto de intimidaciones por parte de desconocidos. Todos estos periodistas tienen en común que trabajan sobre temas delicados relacionados con la corrupción.
Con el corresponsal de RFI en Kiev, Stéphane Siohan
El pasado fin de semana, Yuriy Nikolov, redactor jefe de la revista Nashi Groshi ("Nuestro dinero" en ucraniano), se encontraba en un bar cuando unos desconocidos intentaron entrar por la fuerza en su piso. Los desconocidos gritaron, en presencia de la aterrorizada madre del periodista, que Yuriy Nikolov debía alistarse en el ejército e ir al frente.
Resulta que Yuriy Nikolov fue el autor, hace varios meses, de una primicia que reveló la existencia de contratos fraudulentos del Ministerio de Defensa en materia de alimentación, que permitían a los proveedores embolsarse millones. Estas revelaciones provocaron la dimisión del entonces Ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov.
Silencio
El martes 16 de enero, otra estrella del periodismo de investigación, Denys Bihus, reveló que su redacción había sido escuchada y filmada en secreto durante casi un año. Canales anónimos de Telegram publicaron esta semana vídeos de una fiesta de fin de año en la redacción, en los que se veía a los camarógrafos consumiendo cannabis.
Yuri Nikolov y Denys Bihus se han mostrado hasta ahora prudentes sobre el origen de estos intentos de intimidación. Pero denuncian el silencio del entorno del presidente Volodimir Zelenski, sugiriendo que los asesores de la oficina del presidente a los que están investigando podrían estar relacionados con estas prácticas, que recuerdan una época que los ucranianos creían haber olvidado.