Diez días después del atentado con coche bomba contra un mercado navideño en Magdeburgo, que causó 5 muertos y 200 heridos, dos comisiones parlamentarias se reunieron e interrogaron a funcionarios en un intento de saber más sobre los errores que pudieron cometerse en la preparación del atentado, a pesar de las advertencias sobre el refugiado saudita implicado.

Con Pascal Thibaut, corresponsal de RFI en Berlín

El lunes 30 de diciembre se plantearon muchas preguntas, pero las respuestas tendrán que esperar. El perfil del autor del atentado de Magdeburgo, Taleb Jawad al-Abdulmohsen, sigue planteando interrogantes. Este psiquiatra saudita había roto con el islam y con su país de origen, se consideraba víctima de los servicios de inmigración alemanes y había difundido ideas de extrema derecha.

Según la justicia, el hombre parece que actuó para denunciar la falta de apoyo de las autoridades alemanas a refugiados sauditas, que como él rompieron con su país.

El Ministro Federal del Interior, entrevistado el lunes 30 de diciembre con responsables de los servicios de seguridad, admitió que la investigación tendría que continuar.

“Hasta ahora, la investigación no nos ha dado una idea precisa de los motivos del atacante. Su perfil no corresponde a ninguna de las categorías conocidas hasta ahora”, declaró Nancy Faeser. “Los indicios de trastornos psicológicos son flagrantes. Hay que analizar las miles de declaraciones que ha hecho a lo largo de los años en Internet, así como los procedimientos abiertos contra él ante diversas autoridades”, dijo.

Los miembros del Bundestag también tienen muchas preguntas sin respuesta sobre los fallos de las autoridades cuando el agresor amenazó repetidamente con emplear la violencia.

En 2013 fue condenado a una multa en el noreste de Alemania, por "alteración del orden público" y "amenazas de cometer crímenes". En ese momento, ya amenazaba con cometer un atentado.

Arabia Saudita había pedido su extradición a Berlín, después de alertar varias veces de que "podría ser peligroso". La policía alemana, después de evaluar el "riesgo", consideró el año pasado que no presentaban un "peligro particular".

Los representantes electos quieren que se nombre claramente a los responsables de cualquier error. A dos meses de las elecciones, la derecha y la izquierda discuten sobre la conveniencia o no de dar más poderes a los servicios de seguridad.

"El acto era previsible, para todos", estimó un representante del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), tras la audiencia parlamentaria.

La ministra del Interior reconoció que las diferentes administraciones podrían haber trabajado mejor para compartir sus informaciones sobre el médico saudita.

Pero, en su opinión, el drama "no habría podido evitarse".

El jefe del gobierno alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, acusado por la oposición de falta de mano dura con los extranjeros considerados peligrosos, prometió arrojar luz sobre los posibles "errores de las autoridades" regionales de Magdeburgo y federales.