El canciller de la Unión Europea Josep Borrell condenó este viernes el ataque contra la sede de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Jerusalén este. Según explicó la ONU “jóvenes extremistas israelíes" prendiera fuego la víspera al perímetro con personas en su interior. El alcalde adjunto israelí respaldó plenamente este acto y ha declarado que su objetivo es "librar a su ciudad de una organización nazi".

Con el corresponsal de RFI en Jerusalén, Sami Boukhelifa.

El suelo está carbonizado casi por completo en la sede de la UNRWA en Jerusalén Este. Jonathan Fowler es portavoz de la organización. Él y sus colegas se encontraban en el edificio cuando se declaró el incendio. "Estábamos en nuestras oficinas y empezaron a sonar las alarmas", explica a RFI. "Nos dimos cuenta de que alguien había prendido fuego a nuestra valla. Ha sido uno de los incidentes más graves que hemos vivido en los últimos días".

Es el tercer intento de incendio. El personal de la UNRWA recibe con frecuencia pedradas de jóvenes israelíes cuando entra o sale de sus oficinas en Jerusalén.

Aumentan los ataques

"La policía israelí acude", detalla Fowler. "Pero actúan como observadores. Las autoridades israelíes son una fuerza de ocupación en Jerusalén Este es cierto, pero como potencia tienen la responsabilidad de proteger sedes de las Naciones Unidas que tienen estatuto de protección diplomática, como las embajadas".

Desde el comienzo de la guerra, los ataques contra la UNRWA se han multiplicado en Jerusalén. "En Gaza, los locales de la agencia han sido bombardeados", recuerda. "Más de 180 miembros de nuestro personal han muerto. Es el peor balance de la historia de Naciones Unidas".

Fowler tilda de "chocantes e incendiarios" los comentarios del alcalde adjunto de Jerusalén, quien ha pedido la expulsión de la agencia de la ONU por la fuerza.