La Asamblea Nacional francesa vota este viernes en primera lectura el proyecto de fusión de Radio France, France Télévision y los archivos audiovisuales del INA. La suerte de France Médias Monde, de la que forma parte RFI, sigue siendo incierta. ¿Está en peligro la radiotelevisión pública? Entrevista con el historiador de los medios de comunicación Alexis Lévrier, profesor en la Universidad de Reims y autor del libro ‘Jupiter et Mercure: le pouvoir présidentiel face à la presse’ (Júpiter y Mercurio: el poder presidencial ante la prensa), publicado por la editorial Les petits matins.

Por Anne Cantener

RFI: Llevamos mucho tiempo hablando de este proyecto. Periódicamente se vuelve a poner sobre la mesa. ¿Por qué vuelve a plantearse ahora?

Alexis Lévrier: En realidad es un tema bastante complejo, porque teníamos la impresión de que desde la pandemia de Covid-19, este proyecto de reforma y fusión había quedado un poco aparcado porque se consideraba inviable. Ya se habló bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy de una BBC a la francesa. Emmanuel Macron está cediendo un poco a esta tentación de los presidentes que han querido encarnar un poder muy fuerte, muy centralizado y que quieren tener una forma de tutela directa o indirecta sobre los medios públicos. Es muy parecido a eso.

Al comienzo de sus primeros cinco años de mandato, Emmanuel Macron acompañó el anuncio de esta futura fusión con críticas muy fuertes a los medios públicos. Habló de “desgracia para nuestros conciudadanos”, cuestionando los contenidos, los programas, a los directivos y a todo el mundo.

Rachida Dati, que ahora es ministra de Cultura, ha retomado este proyecto y lo ha acompañado también de críticas a los medios de comunicación públicos, a los que acusa de falta de pluralismo. Incluso se dirigió en los medios privados de Vincent Bolloré, incluido el diario JDD de Geoffroy Lejeune, para decir que había un problema de pluralismo en los medios públicos. Así que está claro que esta reforma refleja un intento de hacerse con el control de los medios públicos. Y eso es lo que la hace tan preocupante.

RFI: Este tipo de modelo ya existió en Francia con la ORTF. ¿Cuál fue la razón de su desaparición en aquel momento?

Alexis Lévrier: Fue al final de la era Gaullo-Pompidoliana. Fue la muerte de Georges Pompidou lo que dio lugar, en su momento, a críticas muy fuertes sobre lo que significaba una radiotelevisión pública directamente controlado por el Estado, “la voz de Francia”, como decía Georges Pompidou. Pero esta “voz de Francia” llevó a los periodistas del servicio público a guardar silencio, por ejemplo, sobre la enfermedad del presidente, que era evidente para todos los franceses. El resultado final fue que, en abril de 1974, la ORTF no pudo hacer frente a la muerte del presidente porque le había pillado desprevenida.

Para poner fin a este intolerable control estatal de la radiodifusión pública, Valéry Giscard d’Estaing anunció su voluntad de desmantelar la ORTF y dar mayor autonomía a cada una de sus cadenas. Fue un proceso doloroso. La tentación de controlar nunca ha desaparecido. Pero en cuanto se da un poco de autonomía a cada canal, el control se hace menos directo y cada medio público puede recuperar una forma de independencia. Y eso es lo que estamos viendo.

RFI: Esto es precisamente lo que muchos periodistas y asociaciones de periodistas vienen señalando desde que el gobierno presentó este plan de reforma. Usted acaba de utilizar la palabra “peligrosa”, y es también la palabra utilizada por un gran número de periodistas de Radio France que esta mañana han denunciado una fusión que consideran demagógica, ineficaz y peligrosa. ¿Está realmente en peligro la radiodifusión pública?

Alexis Lévrier: Por supuesto que sí. De hecho, no se trata sólo de un fenómeno francés. En todo el mundo, en todas las democracias liberales, se cuestiona el funcionamiento de la radiotelevisión pública, con críticas y a veces con la supresión del canon, (el impuesto específico para financiar los medios públicos)  como en Francia.

RFI: El canon era lo que financiaba la radiotelevisión pública, con un presupuesto protegido. Desde el año pasado ya no es así.

Alexis Lévrier: Ya no es así, y esa es una de las dificultades. En la medida en que lo que se había previsto como medio de compensar el fin del canon -una fracción del IVA- va a cesar a finales de 2025, hay que plantearse a la vez el mantenimiento de la financiación de la radiotelevisión pública y esta fusión. Y de forma bastante explícita, el gobierno y los miembros de la mayoría mantienen la perspectiva de mantener esta financiación a los radiodifusores públicos a condición de que acepten la fusión, y ahí radica el problema.

En primer lugar, la financiación se vio socavada por el fin del canon. Y en segundo lugar, se está cuestionando la propia existencia de los medios de comunicación públicos, o al menos su capacidad para producir periodismo de calidad independiente del gobierno. Y esto es especialmente preocupante. Realmente parece un regreso a los años 60 y 70, y sabemos que Emmanuel Macron siente nostalgia por los presidentes “jupiterianos”, presidentes que encarnaron un poder muy fuerte, en particular el General de Gaulle.

RFI: Hay proyectos similares en otros países, sobre todo en Europa. ¿Funciona?

Alexis Lévrier: Difícilmente. En el momento en que se deja de tener un sistema público de radiodifusión autónomo en su financiación, su propia existencia se ve amenazada, y esto está ocurriendo en todas partes. Incluso la BBC, que se pone como ejemplo, ha tenido que aceptar recortes de personal y de financiación. Así que en todas partes, incluso en los países donde todavía existe el canon, la cuestión de la financiación a largo plazo está amenazada.

Y podemos ver que esto va acompañado de críticas muy fuertes a los medios públicos por parte de los medios privados -y a menudo de extrema derecha- con la misma crítica en todas partes: que los medios públicos son izquierdistas, islamistas, “wokistas”. Lo hemos visto en Hungría, lo hemos visto en Italia, y a menudo procede de la extrema derecha, que utiliza estas críticas para crear una atmósfera que la prepare para llegar al poder. Y lo que vemos en todas partes es que, una vez en el poder, la extrema derecha establece un control total sobre los medios de comunicación públicos.

RFI: Es precisamente algo que preocupa a mucha gente, el auge del populismo que estamos viendo en casi toda Europa y que se acentuaría, representaría una amenaza adicional para una radiotelevisión pública reunida bajo la dirección de una sola persona….

Alexis Lévrier: Sí, y uno tiene la impresión de que Emmanuel Macron, a su pesar, por supuesto, está llevando a cabo la agenda de la extrema derecha porque la extrema derecha sueña con tener en sus manos una radiotelevisión pública, que sería una herramienta de propaganda incomparablemente eficaz.

Esta fusión entrará en vigor en 2026, el año anterior a las elecciones presidenciales. Si un líder de extrema derecha llegara al poder, como desgraciadamente es posible, esto significaría una fusión de la radiotelevisión pública, con un único dirigente que respondería ante su autoridad.

Aunque sea nombrado por Arcom (ente regulador audiovisual), habrá una clara tutela, y la extrema derecha podrá disponer de un instrumento de propaganda en las dos frecuencias de radio y televisión para difundir su ideología. Es lo que ocurrió en Hungría y, en menor medida, lo que está ocurriendo hoy en Italia.