En los últimos días, los bombardeos israelíes han causado más de 1.000 muertos y miles de heridos. Más de un millón de libaneses, es decir, uno de cada cinco habitantes, han tenido que huir de sus hogares para refugiarse en escuelas, refugios o, a veces, incluso al aire libre, en espacios públicos. Se trata de un desplazamiento forzoso masivo de población.

Con Sophie Guignon, corresponsal de RFI en Beirut

Jinane huyó de su pueblo de Kfar Melki, a unos cincuenta kilómetros al sur de Beirut, con sus tres hijos hace 5 días. Todos los lugares donde se ha refugiado desde entonces han sido bombardeados por la aviación israelí.

En un nuevo intento de encontrar refugio, la familia durmió en el suelo de la cornisa de Beirut.

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“Escapamos de la muerte cinco veces, una ventana se hizo añicos sobre mi hijo. Caían misiles de todas partes, no podíamos hacer nada, ni huir ni regresar”, cuenta Jinane. “He perdido la cabeza. Si te cuento lo que me pasa por dentro, no puedo sostenerme sobre mis piernas. Mi hija empezó a llorar y todo el mundo gritaba”.

Niños traumatizados

Jinane también cuida de sus sobrinos: Hassan, de 9 años, y Fátima, de 12. Están traumatizados por las escenas de horror que han presenciado.

“Los aviones rompen la barrera del sonido todos los días en nuestra casa, hay bombardeos todos los días, incluso mientras hablamos. Hemos visto cómo explotaban las ventanas, cómo lloraban los niños”, cuenta el pequeño. “Toda la casa está rota”, añade Fátima.

Jinane y su familia se preguntan si algún día podrán volver a casa en paz. Como más de un millón de libaneses, buscan refugio con la esperanza de un rápido alto el fuego.