El Gobierno condena estas muertes, que la ONU cifra en 184, este fin de semana en un barrio de Puerto Príncipe y promete que detendrá a los pandilleros que los ejecutaton.

Con información de Peterson Luxama, corresponsal de RFI en Haití

El Gobierno de Haití prometió detener a los pandilleros que, según un balance de la ONU, mataron a al menos 184 personas este fin de semana en un barrio de Puerto Príncipe.

La matanza fue orquestada por el líder pandillero llamado Micarnod, que ordenó matar a todas estas personas a las que acusa de vudú, de ser los responsables de la enfermedad de su hijo.

Las familias lloran esta matanza colectiva. "Micanor envió dos motos a buscar a mi padre. Este estaba sentado delante de casa y les preguntó qué había hecho. 'No tengo problemas con nadie, soy inocente'", cuenta un joven a Peterson Luxama, corresponsal de RFI en Haití. Su padre fue ejecutado antes de que le diera tiempo a entrar en casa.

Otra chica cuenta: "Mi padre siempre ha trabajado por sus hijos. El quería asegurarse de que no nos faltase de nada si él moría…". El hombre fue ejecutado por los pandilleros.

Los pandilleros también mataron a los chóferes de mototaxis que intentaban huir de la zona con habitantes. El balance de fallecidos es incompleto. 

"Este acto de barbarie, de una crueldad insoportable, le costó la vida a más de un centenar de mujeres y de hombres, sobre todo ancianos indefensos", aseguró el Gobierno en un comunicado publicado en la red social X, antes Twitter.

Estos últimos fallecidos elevan el balance de muertos en Haití este año a 5.000 personas, según Naciones Unidas. Haití sufre desde hace décadas una inestabilidad política crónica y una crisis de seguridad vinculada a la presencia de pandillas acusadas de asesinatos, secuestros y violencia sexual contra la población.

Las bandas criminales controlan el 80% de Puerto Príncipe y someten el país a su poder ante unas autoridades incapaces de detener sus ataques.