En las calles de Bruselas, decenas de miles de belgas denuncian este 13 de febrero los drásticos ahorros planeados por el nuevo Gobierno conservador a costa de los trabajadores. Los sindicatos belgas habían prometido una demostración de fuerza.

 

Sólo ha faltado una semana para que el nuevo Gobierno de Bélgica, encabezado por el conservador Bart De Wever, ya tenga que enfrentarse a su primera manifestación nacional.

Las medidas anunciadas por el Ejecutivo, que afectarán las ayudas sociales con la amenaza de más recortes, también en las pensiones, ha llevado a las calles a miles de personas en Bruselas. Según los organizadores, 100.000 personas se encuentran hoy en la capital belga para denunciar las nuevas medidas.

Transporte aéreo paralizado

La jornada de hoy está siendo muy seguida por los sindicatos, especialmente los del transporte público y el aéreo. Ningún avión entra ni sale hoy de Bélgica, porque los controladores se han sumado a la huelga.

La nueva coalición gobernante que se formó el pasado 3 de febrero cuenta con cinco partidos del espectro del centro-derecha, con el apoyo de los socialistas y liderada por los nacionalistas flamencos. Con medidas presupuestarias que bajan el déficit y una apuesta para reducir la migración, el nuevo Gobierno ha recibido fuertes críticas desde antes de su formación.

Los sindicatos ya han anunciado que luego de esta manifestación, se prepara una huelga general para el mes que viene, y que están organizando una larga oposición que durará toda la legislatura.