Poco más de un mes después de su nombramiento, el primer ministro de Francia, Michel Barnier se enfrentó el martes 8 de octubre a su primera moción de censura en la Asamblea Nacional. Y, como era de esperar, los partidarios de izquierdas, que defendían la moción, no lograron derrocar al Gobierno.

Con información de Raphaël Delvolvé, del servicio político de RFI

El Nuevo Frente Popular ha fracasado. Lejos de los 289 votos necesarios para la mayoría absoluta, sólo obtuvo 197 votos. Esto significa que sólo convenció a cuatro o cinco diputados fuera de sus filas y, por lo tanto, ni siquiera consiguió reunir más votos que la coalición gobernante conformada por los macronistas y Los Republicanos, con 213 diputados.

Nadie se sorprende, ya que la Agrupación Nacional (extrema derecha) había advertido de antemano que no iba a votar a favor de esta censura de principio, esta censura “a priori”, como la ha calificado esta tarde el primer Ministro, Michel Barnier. Olivier Faure, el socialista, justificó la censura alegando que “este gobierno es ilegítimo”, ya que la izquierda sigue reivindicando la victoria en las últimas elecciones legislativas. Hemos vuelto a oír lo mismo que durante todo el verano. El Nuevo Frente Popular reivindica la victoria y los demás grupos replican que de todos modos no habría podido gobernar.

Leer tambiénLos difíciles equilibrios del nuevo gobierno Barnier en Francia

Salvado por la extrema derecha

En su defensa, el primer ministro se jacta de tener la mayoría relativa más baja de la Cámara. Michel Barnier ha sido salvado esta noche por el partido Agrupación Nacional, que advierte, sin embargo, que podría censurar en otra ocasión, sobre todo si hay demasiados impuestos para las clases medias en el futuro proyecto de ley de finanzas. Quizá la próxima moción tumbe al Gobierno, y la izquierda ya está planeando presentar otra, si el próximo presupuesto se aprueba por decreto 49,3.

La Asamblea que también ha enterrado la propuesta de destitución de Macron iniciada por La Francia Insumisa. La conferencia de presidentes de la Asamblea (que incluye a los líderes de la antigua mayoría, la derecha de Los Republicanos y la derecha del diputado Éric Ciotti) se opuso a su consideración en el hemiciclo, poniendo fin de hecho al procedimiento. Marine Le Pen, líder de Agrupación Nacional se abstuvo.

Proxima batalla, a partir del jueves, con el examen de un esperado proyecto de presupuesto 2025, descrito como el más complicado de la Quinta República.

Leer tambiénBarnier propone una "contribución excepcional" de ricos para sanear las arcas públicas