El domingo 10 de diciembre, el ejército israelí y el movimiento islamista palestino Hamás libran violentos combates en el sur de la Franja de Gaza, donde cientos de miles de personas se encuentran atrapadas.

El ejército israelí libró este domingo 10 de diciembre feroces combates contra los milicianos de Hamás en la Franja de Gaza e intensificó sus ataques aéreos en el estrecho territorio, obligando a cientos de miles de personas a concentrarse en zonas cada vez más reducidas.

Estados Unidos, que vetó el viernes 9 una resolución de la ONU a favor de un alto el fuego en Gaza, aprobó "urgentemente" la venta a Israel de unos 14.000 proyectiles para los tanques Merkava, utilizados en la ofensiva contra Hamás.

El movimiento islamista, que gobierna en Gaza, afirmó el domingo que Israel lanzó una serie de "ataques muy violentos" contra la ciudad sureña de Jan Yunis y la carretera que conecta esa localidad con Rafah, cerca de la frontera con Egipto.

Según ambas partes, los combates entre los soldados y los milicianos palestinos se concentran principalmente en la región de Jan Yunis, en Jabaliya (norte) y en la ciudad de Gaza (norte).

Por su parte, Hamás siguió disparando cohetes hacia Israel, pero el ejército afirma que la gran mayoría fueron interceptados por su sistema antimisiles.

Según residentes locales citados por la agencia de noticias Reuters, tanques del ejército israelí alcanzaron este domingo la arteria principal que une el norte y el sur de Jan Yunes tras intensos combates durante la noche, que habían frenado el avance israelí desde los barrios orientales.

"Fue una de las noches más atroces, la resistencia era muy fuerte, se oían los disparos y las explosiones que se prolongaron durante horas", dijo a Reuters un padre que se negó a dar su nombre por temor a represalias, tras llegar a Jan Yunes desde la ciudad de Gaza, en el norte del territorio. "Los tanques llegaron a la calle Djamal-Abdel-Nasser, que está en el centro de la ciudad. Los francotiradores han tomado posiciones en los edificios del barrio", añadió.

Grupos de ayuda alertaron sobre la situación humanitaria en Gaza, por las enfermedades y la hambruna que sufre la población allí hacinada. "No es solo una catástrofe, es apocalíptica", declaró Bushra Khalidi, de Oxfam.

Consecuencias "irreversibles"

Por su parte, el jefe militar israelí Herzi Halevi llamó a sus fuerzas a "presionar más fuerte".

Imágenes publicadas en redes sociales el sábado mostraban la bandera israelí izada en la plaza de Palestina, en el centro de la ciudad de Gaza.

El asesor de seguridad nacional Tzachi Hanegbi indicó a la televisión israelí que 7.000 "terroristas" han muerto, sin precisar la fuente de la cifra.

El ejército israelí indicó que 93 de sus soldados han muerto en la campaña.

Ante esta situación, el secretario general de la ONU, António Guterres, denunció la "parálisis" de Naciones Unidas frente a la guerra y advirtió que "la situación evoluciona rápidamente hacia una catástrofe" que podría tener consecuencias "irreversibles para los palestinos" y para la región.

Catar, principal mediador en el conflicto, afirmó que los esfuerzos "continúan" para obtener una nueva tregua y liberar a más rehenes retenidos en Gaza.

A finales de noviembre, un acuerdo de pausa de una semana permitió la liberación de 105 personas secuestradas el 7 de octubre a cambio de 240 prisioneros palestinos.

 "Prefiero que liberen a mis hijos mediante negociaciones, no con acciones militares, porque temo que el ejército los mate", declaró a la AFP Yechi Yehud durante una manifestación en Tel Aviv para pedir la liberación de los rehenes.

Impacto "catastrófico" 

La intensificación de los combates terrestres y los ataques aéreos en Gaza hace temer cada vez más por la población civil, que intenta desesperadamente protegerse.

Cerca de 1,9 millones de los 2,4 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados, casi un millón de ellos niños, según el organismo de la ONU para la infancia.

"Ahora están siendo empujados más y más al sur a sitios diminutos, sobrepoblados y sin agua, alimento o protección, en peligro creciente de infecciones respiratorias", advirtió Adele Khodr, de Unicef.

El jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que "el impacto del conflicto en la salud es catastrófico".

Gran parte de los desplazados, impedidos de abandonar el territorio, convirtieron Rafah en un gran campamento.

Más al norte, en la ciudad de Gaza, un periodista de la AFP dijo que miles de personas se refugiaban en carpas improvisadas entre los muros colapsados del hospital Al Shifa, que dejó de funcionar y está parcialmente destruido tras un ataque israelí en noviembre.

Desplazamiento hacia Egipto 

El director de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, denunció en un artículo publicado el sábado en Los Angeles Times el desplazamiento forzado de los gazatíes hacia Egipto.

"Si seguimos por este camino (…) Gaza dejará de ser una tierra para los palestinos", escribió. Israel rechazó la acusación, declarando que "simplemente no es cierto" que exista un plan para desplazar a la población.

(Con la AFP)