El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, evitó su destitución gracias al boicot de los legisladores de su partido que se ausentaron de la votación de una moción en ese sentido, presentada por la oposición luego de la imposición efímera de una ley marcial esta semana.Se necesitaban 200 de los 300 votos para destituir al presidente Yoon, pero se presentaron solo 195 legisladores en la votación.

Yoon conmocionó al país y a la comunidad internacional el martes por la noche al decretar por primera vez desde la instauración democrática en 1987 una ley marcial y enviar soldados y tropas al Parlamento.

 Los diputados opositores, mayoritarios en la cámara, consiguieron votar en contra del decreto y forzaron a Yoon a derogar la orden en la madrugada del miércoles en una noche de drama y manifestaciones callejeras en esta nación clave en el tablero geopolítico de Estados Unidos en Asia.

La oposición cuenta con 192 de los 300 escaños de la cámara y solo necesita algunos apoyos del Partido del Poder Popular (PPP) de Yoon, que tiene 108, para alcanzar el mínimo de dos tercios que requiere su aprobación.

Todos los legisladores del PPP, excepto uno, abandonaron el hemiciclo antes de la votación, según imágenes retransmitidas en directo por televisión, por lo que la moción carecerá del quórum necesario salvo sorpresa de última hora.

El fracaso de esta moción de destitución podría enfurecer a las decenas de miles de personas que se manifestaban delante del Parlamento para exigir que Yoon deje el cargo.

Las disculpas del presidente 

Antes de la votación, Yoon, de 63 años, compareció en público por primera vez desde el miércoles, y se disculpó pero no llegó a dimitir, afirmando que dejaría que su partido decidiera su destino.

"La declaración de la ley marcial surgió de mi urgencia como presidente", explicó Yoon en un discurso televisado en la mañana del sábado.

"Sin embargo, en el proceso, provoqué ansiedad e inconveniencia a la ciudadanía. Me disculpo sinceramente ante los ciudadanos que se sintieron muy angustiados".

En su breve alocución, el presidente no ofreció su renuncia. "Dejaré a manos de mi partido estabilizar la situación, incluido mi mandato", aseguró.

La popularidad de Yoon ha caído a un mínimo del 13% según un sondeo publicado el viernes.

Enfrentado también a una investigación por insurrección, Yoon declaró en su discurso que no iba a "esquivar las responsabilidad legales y políticas por la declaración de la ley marcial.

 El líder opositor Lee, que fue su rival en las ajustadas elecciones de 2022, dijo que el discurso fue "muy decepcionante" ante las extendidas peticiones de dimisión.

Su comparecencia "solo exacerba la sensación de traición y enfado de los ciudadanos", afirmó Lee, para quien la única salida es "la renuncia inmediata del presidente o su pronta destitución".