En un sombrío discurso de despedida pronunciado este 15 de enero, Joe Biden expresó su preocupación por que Estados Unidos esté cayendo en manos de una “oligarquía”, apuntando a Donald Trump y a los multimillonarios del sector tecnológico que ahora se alinean tras él, sin nombrarlos.
Con nuestro corresponsal en Washington, Cristóbal Vásquez, y agencias
Este miércoles, en su discurso de menos de 20 minutos pronunciado en horario de máxima audiencia, no se sintió el optimismo profesado durante los últimos cuatro años por el presidente estadounidense saliente.
“Cosas que me preocupan enormemente”
Desde el Salón Oval de la Casa Blanca, Joe Biden destinó una parte importante de su corto discurso de despedida para advertir a los estadounidenses sobre algo que lo preocupa significativamente.
“Quiero advertir al país sobre algunas cosas que me preocupan enormemente”, dijo el demócrata de 82 años, cinco días antes de ceder el poder a su mayor rival, el presidente electo republicano. “Esto es la gran concentración de poder en las manos de muy pocos ultramillonarios y las graves consecuencias si no hay contrapeso a su abuso de poder”, expresó.
“Hoy una oligarquía se está formando en América con poder e influencia extrema que amenaza nuestra democracia, derechos básicos y libertades”, añadió, en obvia referencia a Donald Trump y a jefes tecnológicos como Elon Musk.
Habló de la aparición de un “complejo tecnológico-industrial” con un inmenso poder, haciéndose eco del discurso de despedida del expresidente Dwight Eisenhower en 1961, cuando advirtió del auge del “complejo militar-industrial”.
El jefe de Tesla, SpaceX y X, firme aliado del presidente electo, así como Jeff Bezos (Amazon, Blue Origin) y Mark Zuckerberg (Meta) asistirán a la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero, según el canal de televisión NBC.
Popularidad baja
Biden también resaltó algunos de los logros de su administración en cuanto a economía, acceso a la salud e infraestructura. Sin embargo, analistas resaltan que precisamente la creciente pobreza, endeudamiento, inequidad, y las promesas incumplidas de la administración de Biden en acceso a la salud, reducción de la deuda estudiantil, conectividad e infraestructura derivaron en la derrota de su vicepresidenta Kamala Harris.
Por último, Biden pronunció un testamento político: para él, hay que reformar el código fiscal para que los más ricos paguen lo que les corresponde, prohibir el dinero de origen desconocido en el sistema electoral, establecer límites a los mandatos de los jueces del Tribunal Supremo y reformar la Constitución para impedir que el presidente goce de inmunidad mientras esté en el cargo.
Según recientes encuestas, Biden termina su administración con un 37% de aprobación, una de las más bajas de los últimos presidentes. Cabe mencionar que este domingo Donald Trump dará un discurso de victoria en Washington, un día antes de su posesión.