Tras dos días de debates, la cumbre del G20 concluyó el martes 19 de noviembre en Río de Janeiro con la firma de una Alianza Mundial contra el Hambre y una declaración conjunta de los 20 países más ricos del planeta. Para Brasil, fue una especie de victoria diplomática, dado el contexto en el que se celebró la reunión: guerra en Ucrania y Oriente Medio, por un lado, e inminente regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, por otro.

Con Sarah Cozzolino, corresponsal en Río de Janeiro

Durante los dos días de la cumbre del G20, celebrada los días 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro (Brasil), el presidente Luiz Inácio Lula da Silva intentó hacer de puente entre Occidente y los países del Sur. En su afán por hacer de las cuestiones sociales una de las principales prioridades de la reunión, consiguió que se firmara una Alianza Mundial contra el Hambre, iniciativa que representa una victoria para Brasilia.

Leer tambiénG20: una declaración final con ambiciones a la baja en clima y lucha contra la pobreza

A pesar de las diferencias entre los países más desarrollados del mundo, que representan el 85% del PIB mundial, y a pesar de sus muy frías relaciones con el presidente argentino, Javier Milei, Lula también consiguió un consenso para la publicación de una declaración final, aunque de mínimos. El texto menciona en particular la necesidad de gravar a los multimillonarios y de introducir medidas más ambiciosas para la transición energética.

Un ensayo general antes de la COP30

Al margen de la cumbre, la sociedad civil hizo oír su voz en las calles de Río, pidiendo a los miembros del G20 que apoyen a Palestina en el conflicto de Oriente Medio y adopten compromisos más concretos para preservar la selva amazónica.

Dado que el año que viene el país acogerá la COP 30 en Belém, en la Amazonia, la cumbre del G20 sirvió de ensayo general para este gran acontecimiento internacional. Entre la celebración del décimo aniversario de la firma del Acuerdo de París y el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, que probablemente obstaculizará las negociaciones, las expectativas y los desafíos serán elevados.