En su entrevista con RFI, la abogada penalista y experta en derecho público Aïnoha Pascual, abordó las críticas que se están haciendo en Francia a la represión de la policía por uso excesivo de la fuerza en las manifestaciones contra la reforma pensional y, el fin de semana, contra la construcción de un embalse en Sainte-Soline.

La abogada Aïhoha Pascual señaló a RFI que las detenciones "preventivas y de masa" ya habían sido vistas durante el movimiento de los Chalecos Amarillos, pero que ahora hay una diferencia notable con respecto a las manifestaciones contra la reforma de las pensiones. En su opinión, hay cientos de personas que son detenidas durante las manifestaciones, pero que no tienen absolutamente nada que ver con ellas, lo que evidencia un deseo de disuadir a la gente de ir a las manifestaciones.

"Los franceses saben ahora que, si van a una manifestación, se exponen a un potencial arresto, aunque no tengan nada que reprocharse", dice esta ex profesora de la Universidad de Nanterre.

Pascual también destacó que hay una voluntad muy marcada por parte del gobierno de reducir el número de manifestantes en las calles, lo que ha llevado a una mayor represión. "Se ha decidido que la gente no debe manifestarse, y es el gobierno el que da las órdenes e instruye a la policía para que use la fuerza", subraya.

En cuanto a las manifestaciones "salvajes" que se mencionan en los medios de comunicación, Pascual sostuvo que se trata de manifestaciones espontáneas de personas que han decidido salir a la calle porque no están de acuerdo con lo que está ocurriendo y han decidido no alinearse con la agenda sindical. Según ella, es la forma de la represión y contención de la expresión del descontento de la multitud lo que genera la producción de violencia.

En relación a las granadas de aturdimiento utilizadas en las manifestaciones, Pascual comentó que, si bien se ha constatado un menor uso en las últimas manifestaciones en comparación con las manifestaciones de los Chalecos Amarillos, es importante destacar que la granada GM2LL que las ha sustituido también tiene un efecto ensordecedor.

Según informaciones de un colega suyo que estuvo presente en las manifestaciones en Sainte-Soline, hubo muchos heridos graves debido al uso de estas granadas. "Estas granadas están clasificadas como armas de guerra por el código de seguridad interior, lo que implica que se están utilizando armas militares contra civiles y que podrían herir o incluso matar a alguien si explotan a la altura de la cabeza", recalcó.

En cuanto al uso proporcional de la fuerza, Pascual considera que no se ha respetado este principio durante las últimas manifestaciones, ya que un tercio de las personas han sido detenidas por la policía y resultaron heridas.