Un drama en el corazón de las revueltas en Irán y una entrañable película de animación francesa fueron las dos últimas cintas proyectadas este viernes en la competencia de Cannes.

 

El iraní Mohammad Rasoulof es un serio aspirante a la Palma de oro en el Festival de Cannes con su último trabajo, The seed of the sacred fig (La semilla de la higuera sagrada).

La película cuenta la vida de Iman, un burócrata ascendido a juez en la república islámica, lo que desata un terremoto en su vida de familia.

Iman debe encargarse de las condenas a manifestantes durante las revueltas que tuvieron lugar en Irán tras la muerte de Mahsa Amini.

Sus hijas adolescentes comienzan a cuestionar el discurso oficial mientras que la obediente madre de familia defiende la visión del padre.

La película lleva al microcosmos familiar la polarización de la sociedad iraní, entre los mollah de la revolución y la juventud que se atrevió a desafiarlos en las esferas política, social, religiosa y feminista.

Una película de animación

El director francés Michel Hazanavicius cerró la competencia en Cannes con una película de animación.

Hazanavicius adaptó La plus précieuse des marchandises, un cuento del escritor Jean-Claude Grumberg, que narra la historia de una pareja de pobres leñadores sin hijos en Polonia, durante la Segunda Guerra Mundial.

Un día la pobre leñadora encuentra un bebé lanzado desde el tren que llevaba a los deportados hacia los campos de concentración.

La leñadora recoge al bebé, y a pesar de su miseria, lo acoge en su casa.

Hazanavicius adaptó magistralmente esta historia llena de esperanza y humanismo, con algunas pinceladas de humor y la emotiva música de Alexandre Desplat.