Este domingo, Emmanuel Macron inicia una visita de Estado de tres días a Alemania, la primera de un presidente francés en el país desde hace 24 años. La visita se produce antes de las elecciones europeas, pero también en un momento en el que París y Berlín divergen en varios asuntos.

La revista Der Spiegel describe la relación entre Emmanuel Macron y Olaf Scholz como “un romance de lo más platónico”, lo que ilustra el sentimiento predominante en Alemania. Según nuestro corresponsal en Berlín, Pascal Thibaut, el presidente francés lanzará una ofensiva de seducción durante su visita de Estado. Una caricatura muestra a su anfitrión, el Presidente Frank-Walter Steinmeier, dándole un abrazo interminable, para demostrar que la amistad franco-alemana es algo más que palabras.

No cabe duda de que las elecciones europeas serán el telón de fondo de esta visita, cuyo objetivo es recordar a todos que la asociación franco-alemana sigue siendo el motor de Europa, a pesar de algunas vicisitudes, informa nuestra enviada especial en Berlín, Valérie Gas. “Hay puntos de convergencia, en particular trabajar juntos para reindustrializar Europa, con una serie de proyectos sobre inteligencia artificial, biotecnología, informática en la nube y también cuestiones de defensa comercial”, afirma la investigadora Marie Krpata. Pero esta convergencia tiene sus límites, matiza. “Alemania está muy expuesta al mercado chino. Así que si alguna vez, tras la investigación de la Comisión Europea sobre los vehículos eléctricos chinos y las prácticas de dumping y subvenciones de China, se introdujeran derechos de aduana contra los productores chinos, Alemania teme medidas de represalia por parte de China. Alemania se muestra mucho prudente que Francia ante estas investigaciones de la Comisión Europea”, subraya.

Europa figurará en el orden del día de los debates con el Presidente Frank-Walter Steinmeier y el Canciller Olaf Scholz, con el objetivo de definir una agenda estratégica y unas prioridades para el periodo posterior a las elecciones que ambos países puedan perseguir juntos. Entre ellas figuran la seguridad, la defensa, la investigación, la innovación y la inversión. El Elíseo desea encontrar “vías concretas” para poner en práctica el discurso de Emmanuel Macron en la Sorbona, al que Olaf Scholz reaccionó positivamente.

“Macron recibirá el Premio Westfalia por su compromiso con Europa", explica la investigadora Marie Krpata. “La Paz de Westfalia puso fin a la Guerra de los Treinta Años [en 1648, nota de la redacción]. En cierto modo, sentó las bases del sistema internacional, la soberanía y la integridad territorial. Esto se hace eco de la situación que estamos viviendo actualmente en Europa: la guerra en Ucrania, la violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania por parte de Rusia. Vamos a tener que reflexionar sobre cómo restablecer la seguridad en Europa, cómo trabajar juntos en cuestiones de seguridad y defensa, y cómo trabajar juntos en la arquitectura de seguridad europea”, sostiene. Según el diario Tagesspiegel, este asunto figurará en el orden del día de la reunión conjunta del Consejo de Ministros del martes.

Ese mismo día, Emmanuel Macron se dirigirá a la juventud europea desde Dresde, en la antigua República Democrática Alemana, tierra de conquista de la extrema derecha, donde volverá a mostrarse dispuesto a advertir contra la tentación de los extremos. El objetivo de esta visita es proyectar la imagen de una Europa dinámica y con visión de futuro. Ello contrasta con el auge de los nacionalistas en Europa y en Francia. Las elecciones europeas no pintan bien para la mayoría del Presidente francés: en los sondeos, la distancia con la ultraderechista Agrupación Nacional no se reduce. Al otro lado del Rin, a la AfD solo se le atribuye entre el 15 y el 17% de las intenciones de voto el 9 de junio, muy lejos del 23% previsto para finales de 2023, aunque se espera que siga avanzando a buen ritmo respecto a las elecciones de 2019, cuando obtuvo el 11%.