Mientras tiene que enfrentarse a una nueva moción de censura presentada por el Partido Socialista esta semana, François Bayrou sigue enredado en el caso Notre-Dame de Bétharram. El primer ministro afirmó repetidas veces que nunca fue informado de la existencia de violencias físicas y sexuales en esta escuela privada, algo que varios testimonios contradicen.

 

El primer ministro francés, François Bayrou, tendrá que sopesar cada una de sus palabras este martes, porque no cabe duda de que el primer ministro volverá a ser interrogado en el Hemiciclo sobre el asunto Notre-Dame de Bétharram y lo que sabía de él. 

Es sospechado de haber encubierto la violencia física y sexual contra los estudiantes de esta escuela católica del Bearne, región de la que es oriundo, cuando era ministro de Educación, y luego presidente del Consejo General y diputado por los Pirineos Atlánticos. Varios de sus hijos fueron alumnos de este establecimiento.

Testimonios recogidos por la prensa, en particular el medio de investigación Mediapart, indican que Bayrou estaba al tanto de los hechos, por lo que desde la izquierda varios estiman que debería renunciar.

Alertado varias veces

Según Mediapart, François Bayrou ha recibido al menos tres alertas de violencia en Notre-Dame de Bétharram. 

La primera fue en 1996, cuando una profesora le habló de un ambiente violento en la escuela y Bayrou, entonces ministro de Educación, le contestó que probablemente exageraba un poco. Ese mismo año, se presentó una denuncia contra un supervisor por actos de violencia. Un mes más tarde, sin embargo, Bayrou organizó una visita oficial a la escuela, durante la cual habría mencionado “ataques” al establecimiento.

En 1998 surgió una segunda alerta. Bayrou se juntó entonces con el juez de instrucción, que le informó de que el director del colegio, el padre Carricart, estaba siendo investigado por violación. En un testimonio difundido en el canal TF1, un gendarme encargado de la investigación se refirió a una “intervención” de Bayrou, entonces jefe del Consejo General del departamento, ante el fiscal de Pau. El juez, que admite que Bayrou fue a verlo varias veces, niega que haya intervenido en el caso.

La tercera y más reciente alerta llegó en forma de carta enviada el pasado mes de marzo. Un septuagenario, víctima de violación en Bétharram, le pedía que dejara de ignorar los numerosos testimonios. Bayrou nunca respondió a esta carta.

Limpiar su imagen

El jefe de Gobierno trató de limpiar su imagen el pasado sábado y fue a ver a las víctimas en la ciudad de Pau, de la que es alcalde, en el suroeste de Francia. Se mostró especialmente emocionado ante la prensa para reafirmar su buena fe y anunciar acciones a favor de las víctimas.  

Bayrou anunció que iba a pedir “magistrados suplementarios” para “llevar hasta el final” la instrucción de las denuncias de las víctimas. También quiso “examinar” el trato que se debe dar a las víctimas de violencia sexual, incluso sin “condena penal”.

La Fiscalía de Pau investiga desde hace un año un centenar de denuncias sobre presuntos actos de violencia, agresiones sexuales y violaciones cometidos en el instituto de Notre-Dame de Bétharram entre las décadas de 1970 y 1990.