El Parlamento Europeo adoptó este miércoles por amplia mayoría una ley que cierra la puerta a la importación de productos provenientes de la deforestación, como el chocolate, el café, la madera y hasta el caucho.
El cacao, la madera, el café, la carne de res, el caucho o el aceite de palma que se consuman dentro de la Unión Europea tendrán que ser sostenibles. Las empresas que comercialicen este tipo de productos tendrán que asegurarse de que no hayan contribuido a la deforestación, de lo contrario no se permitirá su comercialización en los 27.
También se exigirá a las empresas a dar la localización exacta de las tierras agrícolas de donde parten sus productos. La Comisión Europea tendrá que hacer una clasificación sobre los países que tienen más o menos riesgo de exportar productos que hayan contribuido en la deforestación, a mayor riesgo, más controles se harán en sus productos.
Durante el debate, el eurodiputado Pascal Canfin (del bloque de Renovar Europa, liberales) aseguró que se trata de "la primera ley den el mundo que pone fin a la deforestación importada".
"Todos los estudios de opinión muestran que los europeos no quieren contribuir a la deforestación, pero no tenían posibilidad de saberlo cuando toman una taza de café por la mañana o una taza de chocolate si son cómplices de la deforestación importada", agregó.
De su parte, la eurodiputada ecologista Marie Toussaint dijo durante un debate esta semana que se trata de "un gran paso adelante para los bosques del mundo, el clima, la biodiversidad, pero también para los derechos humanos y la regulación de una economía enloquecida".
’Primer paso"
No obstante, consideró fundamental que este texto se amplíe para impactar en ecosistemas frágiles como los manglares, e incluir productos como el maíz o integrar a los actores financieros que financian muchos proyectos que conducen a la deforestación.
Si las compañías vulneran las normas, estarán sujetas a multas de un máximo del 4% de su facturación anual en la Unión, aunque la decisión final la tendrán los países europeos.
La Eurocámara pidió hace dos años que se tomaran medidas contra la deforestación. El consumo de ciertos productos en la Unión Europea provoca el 10% de la deforestación mundial, sobre todo por productos derivados de la soja y el aceite de palma.
La entidad ambientalista Greenpeace, en tanto, señaló que es apenas "el primer paso".
Para la ONG, esta normativa presenta "lagunas" al excluir, por ejemplo, ecosistemas como la sabana y no apuntar a los bancos europeos que financian proyectos que destruyen los bosques.