El nuevo presidente de Líbano, Joseph Aoun, inició este lunes las consultas parlamentarias necesarias para designar un primer ministro y formar así gobierno en un país signado por una grave crisis económica.
Aoun, elegido la semana pasada por la Cámara tras más de dos años sin presidencia, recibió a diputados y delegaciones el lunes, en un contexto de presión extranjera, en particular de Estados Unidos y Arabia Saudí, para agilizar el proceso de nombramiento.
La consulta es una obligación constitucional del sistema confesional libanés de reparto del poder: en este caso, el líder elegido deberá ser de confesión musulmán suní.
Líbano no tenía presidente desde octubre de 2022 debido a desacuerdos políticos, en medio de una crisis económica y del conflicto que enfrentó al Hezbolá libanés con Israel durante más de un año antes de un alto el fuego a finales de noviembre.
Entre los nombres que se barajan para ocupar el cargo figuran el primer ministro provisional, Najib Mikati,y el Presidente del Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de La Haya (Holanda), Nawaf Salam.
La nueva relación con Siria
El pasado sábado, el dirigente sirio, Ahmed al Sharaa, y Mikati se comprometieron a establecer relaciones duraderas entre ambos países, tras años de contantes tensiones.
Se trató de la primera visita de un jefe de gobierno libanés a Damasco desde el inicio de la guerra civil en 2011, ahora en el marco del nuevo gobierno rebelde, que puso fin el mes pasado a la administración de Bashar al Asad.
"Habrá relaciones estratégicas duraderas, con grandes intereses comunes", declaró Al Sharaa en una rueda de prensa conjunta.