La tragedia de la Torre Grenfell, en la que murieron 72 personas en 2017, entre ellas numerosos inmigrantes, fue el resultado de "décadas de fallos" por parte del gobierno y organismos del sector de la construcción, según una investigación publicada el miércoles.
Los tres jueces encargados de la investigación han concluido que fue un cúmulo de errores, incompetencias y malas intenciones durante más de 25 años lo que provocó que el incendio se expandiera tan rápido a través del revestimiento que estaba hecho de material inflamable.
El incendio fue "la culminación de décadas de fallos del gobierno central y otras organizaciones que ocupan puestos de responsabilidad en el sector de la construcción", concluyeron los autores de la investigación, en un informe que también destaca la "deshonestidad sistemática" por parte de las empresas de materiales del sector inmobiliario.
"Participaron en estrategias deliberadas y sostenidas para manipular los procesos de prueba, tergiversar los datos de las pruebas y engañar al mercado", señala la investigación.
Estas muertes "podrían haberse evitado todas", afirmó el juez Martin Moore-Bick.
El informe también culpa a los distintos gobiernos desde los años 90 por no hacer nada contra este tipo de revestimiento sobre todo después de que ya provocara incendios en 1992 y 1999 y no solo no regularon sobre este material, sino que eliminaron regulación a partir de 2010 cuando David Cameron estaba en el poder.
Y por último al servicio de bomberos, por no haber entrenado a los bomberos para una situación como esta. El servicio no aprendió las lecciones de un incendio anterior en 2009, que "debería haber alertado al Cuerpo de Bomberos de Londres (LFB)sobre las deficiencias en su capacidad para combatir incendios en edificios de gran altura".
Se trata de una investigación pública independiente sin implicaciones jurídicas.
El gobierno laborista se asegurará de que esto "nunca vuelva a suceder", prometió el primer ministro Keir Starmer, en un comunicado, tras la publicación del informe.