El martes, el Tribunal Superior de Hong Kong condenó a 45 activistas prodemocráticos a penas de entre cuatro y un máximo de diez años de cárcel. Este miércoles le toca el turno de ser juzgado a Jimmy Lai, fundador del periódico prodemocrático Apple Daily, ya clausurado, que fue detenido en 2020 durante la represión de las protestas masivas prodemocráticas que sacudieron Hong Kong a partir de 2019.
Con nuestra corresponsal en Pekín, Clea Broadhurst
Jimmy Lai entró en el tribunal vestido con una chaqueta gris y un par de gafas, saludando y sonriendo a los miembros de su familia. El ex editor y figura prodemocrática de Hong Kong prestó declaración por primera vez desde su detención hace casi cuatro años.
Durante el juicio por seguridad nacional, una medida considerada un ataque a la libertad de prensa, defendió los valores fundamentales de Apple Daily: “Estado de derecho, búsqueda de la democracia, libertad de expresión, libertad religiosa, libertad de reunión”. “Cuanta más información tengas, más informado estarás, más libre serás”, afirmó.
El empresario se enfrenta a cadena perpetua
Lai se declaró contrario a la violencia y a la idea de la independencia de Hong Kong, que calificó de “demasiado loca para contemplarla”.
La fiscalía le acusa de “connivencia con fuerzas extranjeras”, acusándolo de liderar una campaña que incitaba a imponer sanciones contra Hong Kong y China.
El caso se centra en 161 artículos de su periódico, cerrado en 2021 tras operaciones policiales y las detenciones de sus dirigentes, que había respaldado las protestas, a menudo violentas, y criticado firmemente a Pekín.
También se basa en declaraciones de Lai y publicaciones en sus redes sociales.
Jimmy Lai admitió haber pedido en 2019 al vicepresidente de EEUU, Mike Pence, que apoyara públicamente a Hong Kong, pero negó haber pedido acciones concretas, alegando que estaban fuera de su alcance. El empresario se ha declarado inocente. Si es declarado culpable, se enfrenta a cadena perpetua.
Tras casi cuatro años entre rejas, la salud y las condiciones de presidio de Lai habían generado dudas. En otros juicios anteriores contra él, todos ellos saldados con condenas, había optado por no declarar.
Pero Lai no parecía tener problemas de salud al estar de pie en el tribunal, escoltado por cuatro oficiales penitenciarios y saludando al público en la galería.
Su declaración ocurre apenas un día después de que un tribunal de Hong Kong decretara penas de hasta 10 años de cárcel contra 45 activistas prodemocracia en el mayor juicio celebrado hasta ahora bajo la ley de seguridad nacional.