El ejército israelí comenzó este lunes a evacuar a 100.000 personas del este de Rafah, en el sur de Gaza, tras semanas advirtiendo que lanzará una gran ofensiva, pese a que se espera que sigan las negociaciones para una tregua entre Israel y Hamás.

El fin de semana quedaron en evidencia las persistentes las diferencias entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás para un acuerdo que permita un cese el fuego de los combates tras casi siete meses de guerra en Gaza, durante las conversaciones en El Cairo.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó el domingo que aceptar las "exigencias" de Hamás para poner fin a la guerra en Gaza sería "una terrible derrota para el Estado de Israel" y equivaldría a "rendirse".

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que invadirá Rafah, con o sin tregua, pese a las preocupaciones expresadas por Estados Unidos, su principal aliado, y por la comunidad internacional sobre el destino de los civiles refugiados en esta localidad.

Por su parte, el jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, acusó a Netanyahu de "sabotear los esfuerzos de los mediadores".

Catar, Egipto, Estados Unidos están mediando desde hace meses para lograr una tregua que permita la liberación de rehenes israelíes cautivos en Gaza y este lunes está previsto que continúen las conversaciones en Doha, donde se espera la llegada del jefe de los servicios de inteligencia estadounidenses, William Burns.

El ejército israelí informó esta mañana que comenzó "una operación de alcance limitado para evacuar temporalmente a los residentes en la parte oriental de Rafah", indicó un portavoz.

"La estimación es de unas 100.000 personas", afirmó un vocero militar cuando se le preguntó cuántas personas están siendo evacuadas de esta ciudad fronteriza con Egipto.

La Organización Mundial de la Salud estima que alrededor de 1,2 millones de personas viven en Rafah.

El ejército israelí instó a la población del este de Rafah a "desplazarse hacia las zonas humanitarias ampliadas".

Un residente de Rafah dijo a la AFP que algunas personas recibieron mensajes vocales en sus teléfonos invitándoles a marcharse y textos con un mapa con indicaciones hacia dónde ir.

El ejército declaró que amplío "la zona humanitaria a Al Mawasi", una localidad situada sobre la costa a unos diez kilómetros de Rafah.

En Al Mawasi hay instalados "hospitales de campaña, tiendas de campaña y alimentos, agua, medicinas y otros artículos", indicó el comunicado del ejército.

El ciclo de conversaciones celebradas el fin de semana terminaron sin avances concretos y ambos bandos acusaron al otro de intransigencia. Hamás continúa insistiendo en que un cese el fuego debe ser definitivo e Israel mantiene su promesa de aniquilar al movimiento palestino, que el 7 de octubre lanzó un ataque sin precedentes en su suelo que desencadenó la guerra.

Ese día los comandando islamistas lanzaron un asalto en el sur de Israel en el que murieron 1.170 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250, según un balance de la AFP basado en datos israelíes.

Las autoridades de Israel estiman que, tras un canje de rehenes por presos palestinos en noviembre, 128 personas permanecen cautivas en Gaza y que 35 han muerto hasta ahora.

La ofensiva de represalia lanzada por Israel en respuesta al ataque ya ha dejado 34.683 muertos en Gaza, también civiles en su mayoría, según el Ministerio de Salud del territorio gobernado palestino por Hamás.

El Ejército israelí anunció el domingo el cierre del paso de Kerem Shalom que da acceso a la Franja de Gaza –y por donde ingresa parte de la ayuda humanitaria– tras un ataque con cohetes, reivindicado posteriormente por el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezedín al Qasam.

Las fuerzas israelíes indicaron que tres de sus soldados murieron en el ataque y otros 12 resultaron heridos, tres de ellos de gravedad.