Las fugas masivas de presos y la escasez de comida se mezclan en un marco de saqueos que comenzaron el pasado lunes, después de que el partido gobernante se declarase ganador de las elecciones celebradas el pasado 9 de octubre, una victoria que la oposición contesta. 

El clima de miedo se ha instalado en la capital de Mozambique, tras tres días de violencia que han dejado al menos 125 muertos, según cifras de la ONG local Plataforma Decide. Las fugas masivas de presos y la escasez de comida se mezclan en un marco de saqueos y vandalismo que comenzaron el pasado lunes, después de que el partido gobernante se declarase ganador de las elecciones celebradas el pasado 9 de octubre. 

El miércoles, la espectacular fuga de 1.500 reclusos de la prisión de alta seguridad de la capital, Maputo, dejó 33 muertos entre los presos fugados, según el jefe de policía, en enfrentamientos con los guardias.

Muchos habitantes fueron despertados en plena noche por vecinos o por ruidos en la calle y se formaron patrullas vecinales. "Mi vecino me despertó diciéndome que hombres armados con machetes circulaban", relata a la agencia AFP Maria Amelia, ama de casa de 55 años, que vive en Matola, ciudad cercana a Maputo.

El principal opositor, Venancio Mondlane, sigue denunciando resultados manipulados en las elecciones del 9 de octubre. El lunes el tribunal más alto del país informó de una amplia victoria del Frelimo, en el poder desde hace medio siglo.

Esto se produce justo después del paso del ciclón Chido, que arrasó en Mozambique tras pasar por la isla francesa de Mayotte hace dos semanas. 

Luisa Suárez, coordinadora de MSF en el país, explica a los micrófonos de RFI que "el paso del ciclón Chico ha sido un agravante que impide atender a la población". "El acceso a la atención sanitaria es una de las necesidades más apremiantes".

"Las redes eléctricas han caído y no hay agua potable en muchas zonas, mientras que la atención sanitaria ha sido interrumpida debido a los efectos del ciclón", explica.