Desde su investidura, Donald Trump ordenó al ejército enviar 1.500 soldados adicionales a la frontera con México como parte de su plan para luchar contra la migración ilegal, que incluye una amplia prohibición de asilo y medidas para restringir la ciudadanía a los niños nacidos en suelo estadounidense. En Nogales, ciudad mexicana fronteriza, las autoridades se organizan para la vuelta de los deportados.
Informe desde Nogales, ciudad fronteriza entre México y Estados Unidos
“En el primero y segundo día del inicio de la administración del presidente Trump, se comportó de manera normal”, comenta para RFI Juan Gim, el alcalde de Nogales, en Sonora. Nos explica que en este momento se puede dar refugio hasta a 200 personas, pero que, en menos de una semana, la capacidad será mucho mayor.
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Ayuda del Gobierno federal
“Usando la unidad deportiva a través de un gimnasio que tenemos ahí, el ‘Sangre’ Molina lo estamos habilitando para que sea un refugio temporal. De la misma manera el Gobierno federal nos va a apoyar con camas, literas y cobijas”, detalla.
Además de hablar de las instalaciones que se tienen para recibir a los mexicanos que sean repatriados por la frontera, Juan Gim adelanta que, con la colaboración del Gobierno federal, se habilitarán otros espacios para brindar una atención sin precedentes a los deportados. “Con eso vamos a tener una capacidad de más de 2.500 a 3.000 personas. Pero también cabe mencionar que el Estado tiene mucha más capacidad para transportar”, subraya.
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Además de albergue, comenta, se instalará también un comedor comunitario. Para quienes deseen regresar a sus lugares de origen, el Gobierno federal realizará una aportación para apoyar con los gastos de traslado, y en caso de una eventualidad de salud, se tendrá el apoyo del Seguro Social.
“De manera digna y humana”
Marcos Moreno Báez, cónsul general de México en Nogales, reconoce que el Gobierno que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum cuenta con una estrategia para hacer frente a los efectos que pudiera causar una deportación masiva.
“Existe ya una estrategia que vincula a toda la red consular fronteriza con las instancias mexicanas del otro lado de la frontera, a fin de que todas las personas que ingresen a territorio nacional sean recibidas no solamente de manera digna y humana, sino también de forma ordenada”, precisa.
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Una eventual repatriación multitudinaria podría colapsar la frontera entre Arizona y Sonora, ya que los migrantes buscarían permanecer en esta ciudad pero no se contaría con capacidad suficiente, por lo que la colaboración bilateral será fundamental para enfrentar la situación.