El martes 19 de noviembre siguen convocadas concentraciones en toda Francia en respuesta a los llamamientos de varios sindicatos agrarios. Casi diez meses después de una movilización sin precedentes, los agricultores exigen compromisos al nuevo gobierno. El lunes, decenas de tractores se concentraron en el centro de la ciudad de Amiens, en el norte de Francia.

Los agricultores vuelven a las calles. Nueve meses después, los tractores vuelven al centro de Amiens, en el norte de Francia.

Para la ocasión, Romain Cortet ha sacado una camiseta con el logotipo de su sindicato, Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA): “Esta camiseta es una reliquia de las manifestaciones del invierno pasado, pero sigue siendo actual: ‘Orgullosos de alimentarlos’”. “Estamos aquí para recordar a la gente las promesas hechas por el gobierno anterior, que deben ser cumplidas por el nuevo”, explica a nuestro enviado especial en Amiens, Nicolas Feldmann.

Aunque los sindicatos han constatado algunos avances, como las ayudas a los agricultores con dificultades y la simplificación administrativa, Vincent Dollet sigue pensando que no se ha hecho lo suficiente. “Hoy tenemos trazabilidad en Francia. Lo único que hacemos es producir papelerío. Y eso es una limitación. La mayoría de las personas que están hoy ya habían venido hace un año. Hemos recibido grandes promesas de los políticos, y todavía no se ha hecho nada”, lamenta este cerealista.

El movimiento “va a ser más duro cada semana”

Pero es sobre todo la reanudación de las discusiones sobre el acuerdo de libre comercio con el mercado común latinoamericano, Mercosur, lo que ha vuelto a movilizar a Sébastien Chabailles. “Vamos a importar aves de corral rellenas de hormonas. Y hay que darse cuenta de que el ganado de allí se produce en masa en granjas gigantescas. Es una competencia desleal. Es lo que ya hacíamos el invierno pasado. Y hoy seguimos aquí”, dice este ganadero de Picardía.

Y promete: “Cada semana va a ser más duro”. Así que el movimiento ganará impulso. “Tenemos que defender nuestro medio de vida, no nos queda más remedio”, concluye.

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“Ya no vemos adónde vamos”

El domingo 17 de noviembre por la tarde, varios agricultores ya se habían movilizado en Vélizy-Villacoublay, cerca de París. Y, como en Amiens, todos se declaraban dispuestos a manifestarse a largo plazo, según dijeron a nuestro corresponsal especial en Vélizy-Villacoublay, Baptiste Coulon, mientras una treintena de tractores se detenían en la carretera principal.

Antoine consideró que los agricultores habían retrocedido un año, empezando de cero: “Está claro que nos han engañado. Teníamos todo tipo de promesas. Todo se disolvió en el momento de la disolución de la Asamblea Nacional. Ya no vemos adónde vamos”. Ausencia de perspectiva mientras se mantienen las reivindicaciones: “No se ha avanzado, y ahora tenemos este acuerdo encima. Así que es peor que el año pasado”.

¿Un acuerdo injusto?

El acuerdo de Mercosur denunciado por todos es injusto, en opinión de Romain: “Para los consumidores, porque ya no tendrán trazabilidad ni calidad. Y para los productores, porque no se nos dan los medios para producir de la misma manera que Alemania y España”.

Sin embargo, Emmanuel Macron se opone al acuerdo. Pero, ¿puede Francia impedir que se firme? Pocos lo creen. “No creo que sea el único que decida a nivel europeo”, opinaba un manifestante. “Dirá que sí, y al mismo tiempo dirá que no. Sabe hacerlo muy bien, pero el al mismo tiempo no funciona. El acuerdo con el Mercosur, es no y no”, añadió otro.

Louis advierte: “Este es el primer disparo de advertencia para demostrar que estamos preparados. Podría ir a más”. Para Romain, no hay duda: “Muchos de nuestros colegas están todavía en el campo, sembrando. Una vez que el trabajo esté bien encaminado, saldremos cada vez con más fuerza”. Dice estar dispuesto a movilizarse más que hace un año. “No tenemos más remedio que luchar por nuestra supervivencia”. Y durante varias semanas, si es necesario.