La más alta institución de justicia administrativa de Francia, el Consejo de Estado, está analizando una denuncia de seis asociaciones que denuncian prácticas discriminatorias entre la policía. En particular, los frecuentes controles de personas negras o árabes como potenciales sospechosos.
Entre las asociaciones que presentaron la demanda en 2021, hay tres organizaciones de los suburbios de Lyon y París y otras tres con peso mundial: Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Open Society Foundation.
Cambiar los comportamientos
El abogado de las organizaciones explicó a Libération que la iniciativa pretende que el Estado francés reconozca en primer lugar las prácticas discriminatorias y que, a continuación, se busque cambiar estos comportamientos. En caso de victoria, sería la primera vez en Francia que una denuncia de organizaciones de defensa de los derechos humanos obligara legalmente a la policía a revisar sus prácticas, señala el periódico.
Por ello, las seis asociaciones piden que se modifique el Código Penal para prohibir explícitamente los controles por motivos de raza, que se introduzca la obligación de expedir un recibo y que se cree un órgano independiente donde puedan presentarse las denuncias.
"La ley es clara"
Linda Kebbab, delegada nacional del sindicato Unité SGP Police, responde que no tiene sentido, y critica a los denunciantes por hacer una generalización basada en unos pocos casos aislados: "El Código de Procedimiento Penal establece de forma muy exhaustiva las condiciones en las que se pueden llevar a cabo controles de identidad, así que de hecho la ley es clara. Es muy posible que haya individuos dentro de la ley que no la respeten, pero acudir al Consejo de Estado, se lo aseguro, es una maniobra ideológica, con voluntad de utilizar el poder judicial como foro político".
Libération explica que ha sido necesario recurrir al Consejo de Estado porque, hasta el momento, el Ministerio del Interior francés ha ignorado las advertencias previas enviadas por las organizaciones. Esto a pesar de que el propio presidente de la República, Emmanuel Macron, admitió en 2020 que "cuando tienes un color de piel que no es blanco, la policía se te acerca mucho más".
Esta acción llega tras una serie de condenas judiciales aisladas a la policía en los últimos 10 años. Libération recuerda que varios estudios sociológicos publicados desde 2010 atestiguan la discriminación policial, como uno de 2017 que demuestra que un joven negro o árabe tiene 20 veces más probabilidades que los demás de ser abordado por la policía francesa.