París acoge desde el lunes una conferencia internacional sobre Sudán, un año después de que comenzase la guerra, con la esperanza de reavivar los esfuerzos para enfrentar "una crisis olvidada" de catastróficas consecuencias humanitarias y grandes riesgos geopolíticos.
 

La reunión, copresidida por Alemania, conjugará un enfoque político por la mañana, a nivel ministerial, para tratar de encontrar salidas al conflicto; un enfoque humanitario para movilizar donaciones y hacer llegar ayuda a gran escala en este devastado país del Cuerno de África, y una reunión de unos cuarenta miembros de la sociedad civil sudanesa.

"La idea es que la crisis regrese a un lugar destacado de la agenda", consideró Christophe Lemoine, portavoz adjunto del Ministerio francés de Relaciones Exteriores.

 "No podemos dejar que Sudán se convierta en una crisis olvidada" frente a otros conflictos, como el de Gaza o Ucrania, añadió.

La guerra en Sudán comenzó el 15 de abril de 2023 entre el ejército del general Abdel Fatah al Burhane y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).

El conflicto ha dejado miles de muertos y provocado una catástrofe humanitaria, con unos 25 millones de personas necesitadas de ayuda, más de la mitad de la población.

Además, ha forzado a cerca de 1,8 millones de personas a abandonar el país y provocado el desplazamiento interno de al menos 6,7 millones de personas.

En la reunión política , a puerta cerrada, participarán ministros de los países vecinos de Sudán (Chad, Libia, Kenia, Yibuti, Sudán del Sur, Egipto, Etiopía), del Golfo (Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita) y de potencias occidentales (Estados Unidos, Reino Unido, Noruega).

Organizaciones regionales como la Unión Africana, la Liga Árabe y la IGAD –bloque de los países de África Oriental– también estarán presentes, junto a las agencias de la ONU.

La crisis en Sudán es una crisis "humanitaria, pero también geopolítica. El riesgo de estallido en Sudán y de desestabilización de todo el Cuerno de África es extremadamente importante", indicó la cancillería francesa.

Por su parte, la oenegé Acción Contra el Hambre alertó que más de 3,4 millones de personas necesitan una respuesta humanitaria "urgente" en Chad debido a la llegada de desplazados por la guerra.

 "La población civil sufre hambruna, violencia sexual masiva, masacres étnicas a gran escala y ejecuciones. (…) Sin embargo, el mundo sigue mirando hacia otro lado", denunció Will Carter, director para Sudán del Consejo Noruego para los Refugiados.