Australia aprobó anoche una ley para prohibir el uso de las redes sociales por parte de menores de 16 años. Una medida que convierte al país en uno de los más estrictos del mundo en esta materia, pero que sigue recibiendo un amplio apoyo sobre el terreno, a pesar de las dudas sobre su implementación.

Con el corresponsal de RFI en Australia, Léo Roussel

En la mañana de este viernes 29 de noviembre, frente a la Inner Sydney High School, situada en pleno centro de Sídney, muchos alumnos navegaban por las redes sociales antes de entrar en clase. Dentro de un año, esto ya no será posible, ya que el Parlamento acaba de aprobar una ley que prohíbe el acceso a las redes sociales a los menores de 16 años.

Beau, de 14 años, entiende esta medida, aunque cree que será restrictiva: "Creo que es una medida justa, pero también va a ser dolorosa para ciertas cosas como comunicarnos con nuestros amigos cuando no estamos con ellos". 

Para muchos padres, es un alivio

Si bien se supone las aplicaciones de mensajería como WhatsApp o de video como YouTube seguirán siendo accesibles, las plataformas Facebook, Snapchat, Instagram, X y TikTok deberían pues estar prohibidas. 

Para Tara Amin, que ha venido a dejar a su hijo de 13 años a la escuela esta mañana, es un alivio: "A pesar de todos los consejos que damos a nuestros hijos, estas plataformas siguen siendo lugares importantes de acoso. Acogemos con beneplácito esta iniciativa, estamos seguros de que tendrá un impacto muy positivo", opina.

Al igual que Tara, el 77% de la población australiana está a favor de prohibir las redes sociales a los menores de 16 años, según una encuesta publicada el 28 de noviembre. Ahora queda por ver cómo las redes sociales pondrán en marcha las medidas suficientes para impedir el acceso a sus plataformas.