Al menos 42 soldados sirios y combatientes del movimiento libanés Hezbolá murieron en un ataque israelí el 29 de marzo de madrugada en la región siria de Alepo, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

La violencia de la guerra en Gaza sube el listón bélico en la región y cada actor lo aprovecha para atacar a sus enemigos cercanos. Es lo que hace Israel durante las últimas horas bombardeando el eje que conforman el grupo libanés Hezbolá y otros grupos contrarios al Estado hebreo con presencia en Siria y en Líbano.

Esta madrugada, las fuerzas israelíes han lanzado ataques en las afueras de Alepo, en el norte de Siria, matando a al menos 42 personas y dinamitando un supuesto almacén de armamento. Según varias fuentes, la mayoría de las víctimas mortales serían soldados, y seis de ellos serían miembros de Hezbolá, aunque también habría presencia de civiles entre los muertos.

Incremento de los ataques

Los ataques israelíes existen en Siria desde hace años, pero desde el inicio de la guerra en Gaza son más habituales y causan más bajas. Algo parecido ocurre en el sur de Líbano, donde la región acaba de sufrir las 24 horas más mortíferas desde el 7 de octubre.

Este jueves hubo ataques contra un café y contra una residencia particular de distintos pueblos, provocando nueve víctimas mortales. Entre ellas, miembros de Hezbolá y otros grupos enemistados con Israel, pero también civiles que no son parte del conflicto.

El día anterior, un mísil contra un centro de salud mató a siete voluntarios paramédicos de entre 20 y 25 años. Israel asegura que el lugar era en realidad un punto de interés militar, pero la gente del pueblo denuncia una campaña de bombardeo para expulsar a la población y crear una zona de seguridad.