El gobierno argentino dice que no ha recibido ninguna notificación oficial sobre la expulsión de diplomáticos de Colombia. La canciller argentina, Diana Mondino, intenta sortear la crisis diplomática y asegura que se trata de una discusión personal entre presidentes. El episodio permite a Javier Milei establecer una posición de liderazgo regional frente a la izquierda complaciente con los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Por Márcio Resende, corresponsal de RFI en Buenos Aires

La canciller argentina, Diana Mondino, buscó minimizar la gravedad y las consecuencias de las acusaciones del presidente Javier Milei, quien volvió a tildar de "terrorista asesino y comunista" a su par colombiano Gustavo Petro.

Mondino dijo que "de ninguna manera ha habido una ruptura de relaciones diplomáticas entre Argentina y Colombia" y que "lo que ha dicho cada presidente es personal, sin involucrar a pueblos ni a Estados".

Según ella, "no hay que confundir el país con la opinión de los presidentes. No es una cuestión de Estado, sino de personas. Las cuentas (de las redes sociales) son personales", afirmó.

Mondino trató las acusaciones como una cuestión del "gusto personal" de cada presidente. "El hecho de que a un presidente no le guste otro no significa que vayan a romper relaciones", dijo, reconociendo que trataba de rebajar la tensión.

La ministra descartó que Javier Milei pida perdón y esbozó dos estrategias. Una es decir que Javier Milei utilizó el tiempo pasado cuando llamó a Gustavo Petro "terrorista asesino" y que el propio Petro reconoce que fue un terrorista.

"Javier dijo que Petro era un terrorista y, efectivamente, era un terrorista. Lo reconoció el propio presidente Petro", dijo. La otra estrategia es recordar que Gustavo Petro inició los ataques cuando, durante la campaña electoral argentina del año pasado, interfirió a favor de otro candidato y comparó a Milei con Hitler.

"Hoy es un día de fiesta. Necesito tiempo. Se trata de explicar toda la información, algo que estamos preparando", dijo. Milei dijo que Gustavo Petro "era" un "terrorista comunista asesino" y, en septiembre pasado, Petro comparó a Milei con Hitler.

"Duelo entre la esperanza y la barbarie"

En agosto, Petro había calificado las elecciones en Argentina como un duelo entre "la esperanza y la barbarie", situando a Milei del lado de la barbarie y advirtiendo de que la victoria del ultraliberal supondría el regreso simbólico de los dictadores Augusto Pinochet (Chile) y Jorge Videla (Argentina)".

En noviembre, cuando Milei ganó las elecciones, Petro calificó de "triste para América Latina la victoria de la extrema derecha en Argentina". La canciller Diana Mondino sorprendió al revelar que aún no ha recibido ninguna notificación oficial sobre la expulsión de diplomáticos argentinos de Colombia ni sobre el alcance de la medida.

"Argentina no ha recibido formalmente comunicación de Colombia sobre el retiro de su embajador ni sobre el pedido de retiro de diplomáticos argentinos de ese país", dijo Mondino, dejando entrever que está trabajando para que se revierta la decisión.

Disculpa

En la noche del miércoles (27), el gobierno colombiano había ordenado la expulsión de diplomáticos de la embajada argentina en Bogotá (hay siete diplomáticos en ese puesto), pero hasta ahora no se hizo el anuncio.

"El gobierno colombiano ordena la expulsión de diplomáticos de la Embajada de Argentina en Colombia. El alcance de esta decisión será comunicado a la Embajada de Argentina a través de los canales diplomáticos institucionales", anunció la Cancillería colombiana.

Quizá el retraso sea una estrategia colombiana para dar tiempo al presidente Javier Milei a reflexionar, para ver si el argentino se disculpa. El ministro del Interior colombiano, Luis Fernando Velasco, dijo que Milei debe explicaciones.

Pero Milei no debería disculparse por varias razones: en primer lugar, porque no es la primera vez que llama a Petro "terrorista asesino que está hundiendo a Colombia". Ya lo había dicho en enero, en una entrevista anterior con la CNN, lo que llevó al Gobierno colombiano a retirar a su embajador en Buenos Aires. En aquel momento, Milei no se disculpó y el embajador colombiano aún no se ha reincorporado a su puesto.

En febrero, en una breve entrevista con la cadena colombiana NTN24, Milei calificó a Petro de "plaga letal". En segundo lugar, porque Milei cree estar describiendo un hecho: Gustavo Petro fue guerrillero durante 12 años antes de firmar la paz en 1990.

La tercera razón es geopolítica. Milei quiere liderar una postura de oposición a los gobiernos de izquierda de la región, diferenciándose del "kirchnerismo", aliado de los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

El presidente Gustavo Petro no ha rebajado el tono del conflicto. En las últimas horas, ha acusado a Milei de querer destruir la integración de los países latinoamericanos, afirmando que el pueblo argentino está sufriendo y que la pobreza aumenta con la promesa de Milei de repetir el sistema neoliberal.

La gota que colmó el vaso

Los comentarios de Javier Milei se hicieron a la versión en español de la CNN en una entrevista que se emitirá íntegramente el próximo domingo.

Previamente se mostraron dos extractos de la entrevista. En uno de ellos, el presidente argentino apunta contra los regímenes autoritarios de Venezuela y Cuba. Luego dice que Colombia, con Gustavo Petro, va por el mismo camino y concluye con la siguiente frase: "No se puede esperar mucho de alguien que fue un asesino terrorista comunista".

En otra parte de la entrevista, Milei llama "ignorante" al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador: "Es un cumplido. Que un ignorante como López Obrador hable mal de mí es un cumplido", dijo Milei.

En noviembre pasado, el mexicano también había interferido en la campaña electoral, definiendo a Milei como "un fascista conservador".

El jueves, el presidente mexicano se burló de Milei y dijo que "realmente es un ignorante porque todavía no puede entender cómo los argentinos, siendo tan inteligentes, votaron por Milei".

Sin embargo, mientras la discusión entre Milei y López Obrador se mantiene en el terreno de las rencillas ideológicas, "el Gobierno colombiano ha decidido expulsar a los diplomáticos de la Embajada argentina en Bogotá" por considerar que "las expresiones del presidente argentino han dañado la confianza de Colombia, además de ofender la dignidad del presidente Petro".

Fricción con Lula

Milei tiene una personalidad furiosa, pero también sabe a qué atenerse. El año pasado, el presidente Lula grabó un video en el que indirectamente instaba a los argentinos a no votar a Milei sugiriéndoles que "piensen un poco en el Mercosur y voten al candidato al que le guste la democracia".

Sin embargo, una cosa es el nivel de comercio entre Argentina y Colombia y otra muy distinta la dependencia argentina de Brasil, su principal comprador. Los lazos de integración entre Brasil y Argentina son los más fuertes de todos.

Milei invitó a Gustavo Petro a su toma de posesión en diciembre. También envió a Brasilia a la ministra de Asuntos Exteriores, Diana Mondino, con una carta personal de invitación a Lula. Ni Petro ni Lula asistieron. Ambos enviaron a sus ministros de Asuntos Exteriores, pero Milei lo considera un desaire.

Antes, Javier Milei, aliado del expresidente Jair Bolsonaro, tildó a Lula de "comunista corrupto" por estar preso.

El enfrentamiento con la izquierda regional también es útil para una necesaria estrategia política interna. El tema no sólo le permite a Milei establecer un liderazgo frente a la izquierda complaciente con los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, sino que también le hace ganar tiempo.

"Milei necesita ganar tiempo", declaró a RFI el analista político y experto en opinión pública Jorge Giacobbe. "Milei fue elegido para mostrar signos de recuperación económica, especialmente en la lucha contra la inflación. Pero este proceso es lento, mientras que las necesidades populares son rápidas. Milei necesita estirar la paciencia de los argentinos", afirma.

"Una forma es desviar el debate, dando señales en otras áreas, mientras gana tiempo en el frente interno", explica Giacobbe, al tiempo que reconoce que "si la principal virtud de Milei es la sinceridad, su principal defecto son las formas", dice.