Retirada del Acuerdo Climático de París y de la Organización Mundial de la Salud, indultos para atacantes del Capitolio, emergencia en la frontera con México…: el 47° presidente de Estados Unidos empezó con buen pie su segundo mandato este 20 de enero, con la firma de varios decretos presidenciales que prometen ser muy contestados.

 

Con nuestro corresponsal en Washington, Cristóbal Vásquez, y la AFP

Durante su discurso de posesión que duró 29 minutos, Donald Trump se presentó como el salvador de una supuesta realidad gris que vive el país: “Mi reciente elección es un mandato para revertir total y completamente la horrible traición que ha tenido lugar y devolverle a la gente su fe, su riqueza, su democracia y su libertad. A partir de este momento, el declive de Estados Unidos ha terminado”, dijo. 

Desde la rotonda del Capitolio, dijo que con él empezaba la Era Dorada de Estados Unidos y para financiarla, acudirá a tarifas a otros países. Una medida que según los analistas generará más inflación para los estadounidenses. “En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, aplicaremos aranceles e impuestos a países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos. Para ello, estamos creando el servicio de ingresos externos, que recaudará todos los aranceles, derechos e ingresos…”, expresó Trump.

Paquete de órdenes ejecutivas

En su interacción con la prensa dijo que pronto hablará con Putin, y que Zelenski está dispuesto a negociar un acuerdo de paz con Rusia. Además, afirmó que para el 1 de febrero implementará las tarifas del 25% a México y Canadá porque se están aprovechando de Estados Unidos. Sobre Gaza dijo que no está muy confiado en que el cese al fuego sea duradero y que tiene que ser reconstruida de una forma diferente, refiriéndose a su gran ubicación y clima. 

Desde el Salón Oval y después de haber ido a celebrar su inauguración con simpatizantes en el Capital One Arena, Donald Trump firmó un paquete de órdenes ejecutivas, en el que se incluye reactivar la exploración y explotación petrolera y perdonar a más de 1.600 personas implicadas en la toma al Capitolio hace cuatro años. También dio marcha atrás en la retirada de Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo y declaró organizaciones terroristas a los carteles mexicanos y al Tren de Aragua de Venezuela, entre otros.

Trump anunció por otra parte que una de sus órdenes ejecutivas será cambiarle el nombre al Golfo de México, y volvió a justificar que era necesario tomar control del Canal de Panamá porque sus barcos estaban siendo tratados injustamente: “No se lo dimos a China, se lo dimos a Panamá, y lo vamos a recuperar”, afirmó.

Inmigración y retirada del Acuerdo de París y de la OMS

“Declararé el estado de emergencia en nuestra frontera sur” con México, anunció asimismo el presidente republicano. “Se detendrán inmediatamente todas las entradas ilegales y empezaremos a enviar a millones y millones de extranjeros criminales de vuelta al lugar de donde vinieron”, prosiguió. “Enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país”, sentenció. Según una funcionaria de su futura administración, Trump también quiere acabar con el derecho de asilo y el derecho a la tierra, y reanudar la construcción del muro fronterizo con México. 

Además, Trump sacó a Estados Unidos de la Organización Mundial de Comercio y del Acuerdo Climático de París. “La Organización Mundial de la Salud nos ha engañado”, acusó al firmar el decreto, justificando la retirada por la discrepancia entre las aportaciones económicas estadounidenses y chinas. En el texto, insta a las agencias federales a “suspender la futura transferencia de cualquier fondo, apoyo o recurso del Gobierno de Estados Unidos a la OMS” y les conmina a “identificar socios estadounidenses e internacionales creíbles” capaces de “asumir las actividades anteriormente realizadas por la OMS”.

En cuanto a la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París, ya está en marcha y entrará en vigor dentro de un año. Estados Unidos ya había abandonado el acuerdo internacional durante el primer mandato del multimillonario, antes de que Joe Biden anunciara su regreso. Donald Trump, notorio escéptico climático, también ha firmado un decreto por el que se declara el “estado de emergencia energética nacional” para impulsar la producción de petróleo y gas en Estados Unidos.

Incluso antes de la salida formal del Acuerdo, la medida supone un duro golpe para la cooperación internacional destinada a reducir la dependencia de los combustibles fósiles.