Mientras el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, emitía el miércoles 6 de diciembre una petición excepcional sobre la situación en Gaza, las tensiones siguen aumentando entre la organización e Israel. Llamado regularmente al orden desde hace 56 años por sus "ocupaciones ilegales" de los territorios palestinos, Israel ha optado desde principios de octubre por un cuestionamiento agresivo y sistemático de la organización y sus dirigentes.
Con nuestra corresponsal en Nueva York, Carrie Nooten
Cuando jefe de la ONU invocó un poder excepcional para empujar al Consejo de Seguridad a considerar un "alto el fuego humanitario", bastaron seis horas para que el jefe de la diplomacia israelí arremetiera contra él en su cuenta X, afirmando que dejarle en su puesto era un "peligro para la paz mundial". Su embajador ante la ONU ya ha pedido públicamente la dimisión de Antonio Guterres, luego de que este dijera "los ataques de Hamás no se producen en el vacío” tras el pogromo del 7 de octubre en Israel.
Desde entonces, han sido el director de la OMS, la directora de ONU Mujeres y la agencia de la ONU para los refugiados palestinos quienes han sido cuestionados por funcionarios israelíes, acusándolos de falta de imparcialidad: estas críticas se multiplican como la pólvora en las redes sociales.
Hace tres días se dio un paso más cuando Israel decidió no renovar el visado de trabajo de Lynn Hastings, coordinadora humanitaria para los territorios palestinos. La ONU ha pedido al gobierno de Benjamin Netanyahu que reconsidere esta decisión para no interrumpir unas operaciones humanitarias muy necesarias.
En una señal ligeramente alentadora, el gobierno de Benjamin Netanyahu ha aceptado abrir en los próximos días un segundo paso fronterizo para la ayuda humanitaria en Kerem Shalom.
Mientras Washington reconocía en la noche del jueves 7 al viernes 8 de diciembre que no se había producido ningún avance en las conversaciones entre Hamás e Israel, el Consejo de Seguridad se reúne el viernes en Nueva York para debatir la cuestión. El objetivo es votar un proyecto de resolución que pida un "alto el fuego humanitario".
Esta reunión está prevista para examinar el llamamiento lanzado la víspera por el Secretario General de la ONU: Antonio Guterres utilizó un procedimiento poco habitual para pedir un alto el fuego humanitario en Gaza, invocando el artículo 99 de la Carta de la ONU, que excepcionalmente le da margen de acción política para "llamar la atención" del Consejo de Seguridad sobre una cuestión que "podría poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales". Para la portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), esto representa una esperanza para la población de Gaza.