Alemania está volviendo a la Guerra Fría. Tras desmantelar, abandonar o vender los búnkeres de antaño, Berlín quiere ahora reactivarlos y desarrollar nuevas infraestructuras. La guerra de Ucrania y el temor a las amenazas rusas de los dos últimos años han contribuido a ello. El gobierno y las regiones trabajan en un plan que permita a los civiles refugiarse en albergues en caso de peligro.

Con Pascal Thibaut, corresponsal de RFI en Berlín

Museo, club tecno o simplemente ruinas abandonadas. Los numerosos búnkeres alemanes construidos durante el Tercer Reich para proteger a los civiles de los bombardeos aliados, al igual que los conservados o desarrollados durante la Guerra Fría, han sido reciclados, destruidos o abandonados. Los que aún existen no se mantienen desde 2007. Se han vendido 300. Hoy quedan poco menos de 600, frente a los 2.000 del pasado.

Alemania detuvo este desmantelamiento en 2022 con el inicio de la guerra en Ucrania, y desde entonces ha dado marcha atrás. El popular diario Bild Zeitung describió el plan lanzado en primavera como una “ofensiva búnker”.

Una lista digital

Un portavoz del Ministerio del Interior se refirió al plan el lunes 25 de noviembre. “Queremos hacer un inventario sistemático de los edificios privados y públicos que pueden servir de refugio. Hay que disponer de una lista digital de todos estos lugares y hacer una campaña para informar a los ciudadanos de la importancia de estos refugios y de las medidas que ellos mismos pueden tomar”, dijo.

Sótanos, garajes y estaciones subterráneas deben figurar en la lista. Y puesto que construir búnkeres es caro y lleva mucho tiempo, deben utilizarse las infraestructuras existentes. Se animará a los particulares a convertir sus sótanos o garajes. Una vez recopilada la lista de estos lugares, podría publicarse en una aplicación para teléfonos móviles.

Los temores a que Moscú ataque algún día a un miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han aumentado desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Alemania forma parte de la alianza desde 1955.

Los jefes de la inteligencia alemana advirtieron en octubre que Rusia será probablemente capaz de lanzar un ataque contra la OTAN en 2030.

El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió la semana pasada que el conflicto en Ucrania había adquirido las características de una guerra "global" y no descartó atacar a potencias occidentales.