Los funcionarios responsables de la Unidad Editorial del Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd), Manuel Núñez Asencio y María Virtudes Núñez Fidalgo, rechazaron las críticas difundidas por el expresidente Leonel Fernández, quien declaró en un mitin de campaña electoral que parece que el actual gobierno para que quiere “formar idiotas para el futuro de la República Dominicana”.

Núñez Asencio y Núñez Fidalgo le recordaron a Leonel Fernández que durante sus tres gobiernos se hizo muy poco por los ciudadanos que hoy el nuevamente aspirante presidencial llama idiotas. “Hizo muy poco por esos  “idiotas”, y ahora se acuerda de ellos para usarlos como mercancía política”, le precisan.

Le recordaron también que nunca invirtió el 4 por ciento del PIB en educación, como ordena la ley, ni escuchó a quienes hicieron ese reclamo.

En una carta, fechada el 23 de octubre, Manuel Núñez Asencio y Maria Virtudes Núñez Fidalgo le precisan al expresidente Leonel Fernández que con los comentarios a lo dicho por una tercera pesona (Juan Valdez) se ha hecho eco de noticias falsas, ya que se habló de un supuesto informe que nunca pudo ser presentado ni demostrada su existencia.

A continuación la carta y el el documento en PDF con el historial de lo publicado:

Santo Domingo, 23 de octubre, 2023

 

Honorable señor Leonel Fernández:

Ex presidente de la República Dominicana

 

Reciba nuestro distinguido saludo. Después de leer los comentarios realizados por usted en el día de ayer y divulgados por el Diario Libre y por el Listín Diario le hacemos las siguientes puntualizaciones:

1-En fecha reciente (29/9/23, Listín Diario), el señor profesor de inglés Juan Valdez, director del Observatorio Educativo que, según él dice, está adscrito a la ADP, difundió en los medios la existencia de un supuesto informe suyo con seiscientos errores, encontrados en un libro de matemática del proyecto Libro Abierto. Una vez conocida la noticia, rematada con altisonantes declaraciones en la TV, se solicitó al señor Juan Valdez por procedimientos institucionales y con copia a la ADP, la entrega inmediata del supuesto informe en el que aparecieran uno por uno y de manera detallada, los seiscientos errores.

2-En lugar de entregar el informe o ponerse a hacerlo para entregarlo más adelante, el señor Valdez nos hizo una amenazante demanda, buscando una absurda retractación.  Entonces enviamos de nuevo la solicitud formal e institucional para que remita el susodicho informe, sin que hasta el momento lo haya presentado.  Ahora, usted, con las declaraciones emitidas, se hace eco del informe fantasma del señor Valdez y al difundir esa fake news, está disfrazando la mentira de éste con el ropaje de su propia credibilidad.

3-Distinguido señor Fernández, nosotros somos conscientes de nuestros errores y el proceso de revisión de los libros de texto forma parte de la naturaleza del proyecto Libro Abierto. A medida que concluye, subimos los manuales a la plataforma, donde quedan accesibles gratuitamente para todos los dominicanos. Desde cualquier lugar de la República Dominicana se puede acceder a todos los libros de textos de todos los grados. Si esto no es un hecho sin precedentes en la historia de la escuela pública dominicana, que venga Dios y lo vea. Nuestro servicio consiste en hacer dos publicaciones simultáneas: una impresa y otra digital. La revisión a efectos de correcciones incluye a los libros vigentes realizados por distintas editoras, muchos de los cuales se publicaron en 1ª edición cuando usted era presidente del gobierno o del PLD. Los hallazgos en el análisis de errores de esos manuales evidencian adjudicaciones  sin control de calidad, así como el descuido de la comercialización de editoras que nunca los corrigieron en las sucesivas ediciones hasta el sol de hoy.

4-A ese respecto, vea usted el segundo informe de nuestro dossier de análisis de errores, dedicado esta vez al libro de geografía e historia de América del señor Juan Colón, en el que se evidencia un sinnúmero de errores conceptuales, de edición, orto tipográficos, por no hablar del insoportable plagiario. Le pedimos que lea ese informe con atención, pues se trata de un libro publicado en numerosas ediciones durante sus períodos de gobierno, ya que es entendible que no tuviera el tiempo conocerlo cuando usted era presidente. Claro que, por lo visto, sus asesores y el ministro de turno, tampoco leyeron el libro de marras. Y es que el problema social de la lectura afecta mucho más a los letrados que nunca leen, que a los analfabetos que no saben leer.

5-Sus referencias al tema de la educación nos sorprenden enormemente. Es un tema que ha estado ausente  en todos sus discursos.  En sus períodos presidenciales, pululaban las reclamaciones para que usted obtemperara a asignarle el 4% del PIB del presupuesto nacional a educación y particularmente era notable su resistencia numantina a concederle un presupuesto mayor a la educación. Señor Fernández, durante sus gobiernos, su despreocupación por la escuela pública y el abandono de la calidad de los libros de texto provocó un pobre desempeño escolar en lectura, escritura, matemáticas y ciencias que es lo básico o fundamental en el sistema de aprendizaje, según usted mismo reconoció en sus declaraciones recientes; fue una época caracterizada por el nadismo escolar. Y es que no es buena la solución a los problemas educativos con la política de la nada: nada de libros,  nada de avance en los aprendizajes, nada de 4% del PIB. Nada de escuchar a los agitadores de las sombrillas amarillas.  Usted ha dicho que la misión del gobierno parece ser la formación de idiotas. En sus horas de poder, usted, en rigor, hizo muy poco por esos “ idiotas”.  Y ahora se acuerda de ellos para usarlos como mercancía política. Duelen esas palabras en boca del hombre que ha tenido el mayor honor que pueda alcanzar un dominicano, capitanear el destino del país. Para nosotros no son ni pueden ser idiotas. Es nuestra mayor riqueza, y estamos siempre dispuestos a comprometernos con su destino.

6-A su salida del poder, en el año 2012, la matrícula pública creció enormemente. Actualmente de los 2.600.000 estudiantes de la  matricula nacional, 514 mil corresponden a establecimientos privados. Dicho en pocas palabras: el 80% de la matricula pertenece al sector público. Con este proyecto público y sin pretensiones de comercialización, le podemos asegurar que hemos conseguido un logro inédito, pues nunca en toda nuestra historia se ha tenido tanto acceso al libro de texto. Le reiteramos:  desde  Las Lajas, al oeste, hasta Cabo Engaño, al este, todo el cielo de la República Dominicana está sembrado de libros de textos. No hay escasez de libros de textos de ninguna asignatura. Está en la red telefónica y en todas las escuelas apartadas donde hay servidores del Minerd.  Si usted está en disposición de averiguar la verdad, consulte usted la plataforma Libro Abierto del Minerd, y verá con sus propios ojos en qué consiste nuestro esfuerzo y la certeza de cuanto le estamos contando. Ha sido brújula de este proyecto lograr la cobertura total, y la hemos alcanzado, ya hemos distribuido cinco millones de libros y llegaremos a diez millones y cualquiera puede acceder a la edición digital. Tenemos cobertura total. En cuanto a la calidad, los libros han sido escritos por las universidades y academias. Hemos puesto todas las inteligencias del país al servicio del libro de texto.

Apreciado señor Fernández: el gran escritor clásico Fiodor Mijailovich Dostoyevski en una novela que, curiosamente, se titula El idiota, nos dejaba una reflexión profundamente humana al decir que "incluso los pobres de espíritu se vuelven inteligentes después de un gran dolor". El sufrimiento callado y sostenido de una escuela dominicana sin libros durante diez años ha originado que un proyecto como Libro Abierto se haya vuelto insoslayable y para nosotros, más que un trabajo, es un honor responder a ese compromiso socioeducativo. En esa famosa novela, el autor ruso anunció también una realidad inquietante, que en nuestro país se ha vuelto tremendamente actual: aquí padecemos una terrible escasez de personas honorables.

UNIDAD EDITORIAL,

Ministerio de Educación

 

Manuel Núñez Asencio

Maria Virtudes Núñez Fidalgo