No tengo el honor de conocer personalmente al autor de la obra que comentaré a continuación, pero debo confesar que siempre me ha impresionado positivamente la capacidad política, la destreza discursiva y la inteligencia innata que caracteriza a Guido Gómez Mazara.

Además de ser un político coherente que, en reiteradas ocasiones, ha desafiado las posturas de su propio partido cuando considera que no están alineadas con los intereses del pueblo y el desarrollo nacional, Gómez Mazara ha demostrado notable consistencia y capacidad para posicionarse como una verdadera alternativa presidencial en el panorama político dominicano, de cara a las elecciones de 2028.

Ser hijo de Maximiliano Gómez y de Doña Carmen Mazara implica una gran carga de responsabilidad, ya que tiene el compromiso ineludible de honrar la memoria y entrega de dos pilares de la coherencia y la lucha por los mejores intereses de la República Dominicana. Este hecho, por sí solo, le exige actuar con integridad y velar por la preservación de dicho legado.

Agradezco al amigo y colega escritor Eloy Alberto Tejera, por poner esta interesante obra en mis manos.

Sobre el autor

Guido Gómez Mazara, nacido el 14 de febrero de 1967, es un abogado, político destacado y académico. Hijo de los emblemáticos dirigentes del Movimiento Popular Dominicano (MPD), Maximiliano Gómez Horacio (El Moreno) y Doña Carmen Mazara Ubiera. Guido fue criado en un ambiente profundamente ligado a la lucha por los derechos y las libertades del pueblo dominicano.

Con una sólida formación académica, el Dr. Gómez Mazara es egresado de la escuela de Derecho en la Universidad Iberoamericana (UNIBE), complementado con una Maestría en Ciencias Políticas y Administración Pública de la New School for Social Research en Nueva York, así como con estudios sobre políticas públicas en la Universidad Carlos III de Madrid, España. Este enfoque multidisciplinario le ha permitido adquirir una perspectiva integral de los desafíos que enfrenta su país, tanto a nivel legal como político.

Dr. José Francisco Peña Gómez y el Dr. Guido Gómez Mazara.

Su carrera profesional comenzó con la participación en medios de comunicación. Mientras estudiaba en Nueva York, Gómez Mazara fue director del periódico Listín USA y trabajó en la cadena de televisión Telemundo, experiencias que le dieron una visión única de los medios y su relación con la política.

A su regreso a la República Dominicana en 1994, Guido se integró activamente a la política, desempeñando diversos roles dentro de su organización política. En la gestión 2000-2004, ocupó el cargo de Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, lo que le permitió influir en la estructura legal y administrativa del país en un momento clave de su historia política.

Firme defensor de la modernización del Estado y la lucha contra la corrupción, promoviendo el fortalecimiento de las instituciones democráticas. Defensor incansable de los valores, trabajando para garantizar que la República Dominicana se encamine hacia un futuro más justo, transparente y equitativo.

Aparte de su labor política, Guido Gómez Mazara ha demostrado su versatilidad al incursionar en los medios de comunicación, siendo productor y conductor de programas televisivos y radiales que han abordado temas políticos, sociales y de interés nacional. Ha sido profesor universitario de Derecho, impartiendo sus conocimientos a nuevas generaciones de estudiantes.

Sobre el libro

El libro se inicia con una hermosa dedicatoria a su madre Doña Carmen Mazara y a toda una generación de hombres y mujeres insignes que militaron en épocas de turbulencias e incomprensión, porque creyeron firmemente en la posibilidad de que, desde las trincheras políticas, era posible tocar el cielo con las manos.

Los padres del autor, Doña Carmen Mazara y Maximiliano Gómez, siendo reprimidos por agentes policiales durante "Los 12 años de Balaguer".

En el prólogo, el intelectual dominicano Diógenes Céspedes, destaca que la obra de Guido Gómez Mazara es una de las pocas que aborda de manera exhaustiva el proceso de transición política en el país, desde la muerte de Trujillo hasta el primer cuarto del siglo XXI. Esta transición está marcada por conflictos políticos, luchas de poder y una constante influencia de actores externos, como Estados Unidos.  Céspedes critica la falta de conciencia política de la juventud actual, a quienes considera influenciados por una «cultura light» global que promueve valores frívolos y desideologizados. Señala que esta generación carece de una comprensión profunda de los discursos políticos históricos, y que la juventud está más interesada en el materialismo y el hedonismo que en los ideales democráticos.

«El proceso democrático dominicano establece en el año 1966 un ritmo institucional que se distingue por la celebración de torneos electorales, no todos idílicos y cercanos a la transparencia» (Céspedes, prólogo).

El prologuista hace referencia a la cultura globalizada y superficial que afecta a los jóvenes, una cultura marcada por el consumo, el relativismo, el hedonismo y el cinismo. Esta visión de la vida ha sustituido los valores tradicionales y profundos que una vez definieron las ideologías políticas, llevando a la desideologización y la falta de compromiso con causas mayores.

Dr. José Francisco Peña Gómez, el presidente Joaquin Balaguer y el profresor Juan Bosch.

Señala Céspedes que la obra de Gómez Mazara es una llamada de atención para que los jóvenes se reencuentren con una conciencia política y nacional. La obra desentraña el proceso histórico y político de la República Dominicana, mostrando cómo las luchas internas y las intervenciones extranjeras influyeron en el desarrollo de la democracia en el país. A través de la obra, se busca que los jóvenes comprendan el valor de la libertad y la democracia, que no llegaron por casualidad, sino que fueron producto de sacrificios y luchas.

«Juan Bosch, Joaquín Balaguer y José Francisco Peña Gómez caracterizaron un ejercicio político, sustentado en el talento, la formación y el carisma, modelo de excelencia, admiración, respeto y legitimidad» (Céspedes, prólogo).

El libro en su estructura sigue un enfoque cronológico, abarcando eventos importantes de diferentes años, desde 1966 hasta 1996. Esta secuencia refleja el desarrollo de la historia política de República Dominicana, marcando los años de elecciones y momentos de crisis o cambio significativo.

El Dr. Guido Gómez Mazara firma un libro en la ciudad de Nueva York.

Cada bloque temporal está dividido en tres partes clave: titulares de informaciones más relevantes de enero a mayo, crónica periodística del año y análisis o contexto de las elecciones o situaciones políticas del periodo.

Dr. José Francisco Peña Gómez, el presidente Joaquin Balaguer, el profresor Juan Bosch y el Dr. Leonel Fernández.

La obra se enfoca en las elecciones post Guerra de Abril de 1965, el impacto político a lo largo de los años, las crisis internas, y las luchas de poder en República Dominicana. Cada sección refleja un contexto histórico y político en el que se destacan elecciones, rivalidades, fraudes y conflictos que marcaron el rumbo del país.

Presidente Juan Bosch, 1963.

Al final del libro, hay una sección dedicada a testimonios de figuras importantes en la política del país, como Manuel Polanco Salvador, Freddy González, Rafael Chaljub Mejía, y José Miguel Soto Jiménez. Este capítulo proporciona perspectivas personales e históricas sobre los conflictos mencionados.

Uno de los capítulos del libro que llamó mi atención por ser un abanderado de la historia oral, fue el titulado testimonios. En este capítulo se recogen las impresiones de figuras importantes en la política del país, como Manuel Polanco Salvador, Freddy González, Rafael Chaljub Mejía, y José Miguel Soto Jiménez.

En el primer testimonio, Manuel Ernesto Polanco Salvador reflexiona sobre su crecimiento político y cómo pasó de ser un reformista por influencia familiar a involucrarse con el PRD tras ser atacado, destacando su relación con figuras clave como José Miguel Soto Jiménez y su conexión con el grupo cercano a Peña Gómez y Balaguer. Polanco describe su implicación en las negociaciones políticas durante la crisis electoral de 1990, cuando Bosch mostró interés en contar con el apoyo militar, considerando incluso la opción de un golpe de Estado para asegurar su victoria. Menciona que hubo planes para tomar el Congreso en 1994, con el apoyo de algunos militares de Balaguer, pero que Peña Gómez no estaba dispuesto a recurrir a la violencia, a pesar de los encuentros con militares y figuras políticas. «Nosotros teníamos un operativo listo para tomar el Congreso en el 1994. En el 1994 nos juntábamos con Peña. Él ponía el lugar. Los enlaces eran: Hipólito Mejía, Danilo de Rosario y Peña Gómez…»

«Yo no tenía razón de ser perredeísta, pero como yo comencé en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), a través de mi compadre, Rico Sanabria, y comenzaron a atacarme, entonces 'me convirtieron' en un perredeísta.» (Manuel Ernesto Polanco Salvador, testimonio)

En el segundo testimonio, Freddy González explica cómo la crisis de 1994 no es un hecho aislado, sino que tiene sus orígenes en eventos más antiguos, como la Guerra Civil de 1965 y las elecciones manipuladas en décadas pasadas, que instauraron un patrón de fraudes electorales y corrupción política en la República Dominicana.

«La crisis política que se generó en el país en 1994 a raíz del amañado proceso electoral que impidió que el Dr. José Francisco Peña Gómez fuera el presidente electo… tiene raíces más profundas y antiguas.» (Freddy González, testimonio)

González, detalla cómo Peña Gómez y otros sectores políticos se unieron para luchar contra las maniobras fraudulentas del gobierno de Joaquín Balaguer, que intentaba mantenerse en el poder a cualquier costo, incluyendo el fraude electoral masivo. Describe, además, cómo los sectores políticos y los poderes fácticos presionaron para llegar a una salida negociada, resultando en el «Pacto por la Democracia» que cambió las reglas de las elecciones y dejó a Balaguer fuera del poder, aunque también permitió la entrada del PLD en el control político del país.

Dr. José Francisco Peña Gómez.
«Con la firma de ese pacto, los poderes fácticos condicionaron al Dr. Peña Gómez a desactivar todo el plan, en las dos áreas que se complementaría en la ejecución de este.» (Freddy González, testimonio)

En el tercer testimonio, Rafael Chaljub Mejía ofrece una visión compleja de la historia política de la República Dominicana, especialmente de la izquierda y sus divisiones durante las décadas de 1960 y 1970, con un enfoque en la crisis electoral y las decisiones tácticas que definieron los procesos políticos de la época.

«La consigna que prevaleció en el 1962 en la izquierda: 'revolución primero y elecciones después', aunque el único que dijo eso así fue el MPD.» (Rafael Chaljub Mejía, testimonio)

Bosch aparece como una figura clave en la política dominicana, y su enfoque en las elecciones y la postura ante la dictadura son criticados por Chaljub, quien argumenta que Bosch no representó la verdadera oposición al régimen balaguerista y tuvo una postura ambigua hacia las elecciones.

«Bosch había venido a dispersar la oposición. Y abrir la brecha para que el presidente Balaguer siguiera a caballo, porque él siempre tuvo el concepto de que el sector trujillista que Balaguer encabezaba era el sector progresista de la oligarquía, de la derecha.» (Rafael Chaljub Mejía, testimonio)

En el último testimonio de este interesante libro, José Miguel Soto Jiménez, describe la formación del grupo militar dentro del PRD, explicando cómo se crearon redes de contacto entre oficiales militares y líderes del partido para asegurar un control estratégico durante y después de las elecciones de 1990. El grupo se consolidó con un objetivo claro de proteger los intereses del partido y garantizar el éxito en futuras elecciones. El énfasis de Soto en la confidencialidad dentro de este grupo es fundamental, destacando que el mayor interés de las reuniones era preservar la discreción para evitar filtraciones y mantener la seguridad de las acciones que emprendían.

«Ese grupo fue constituido entre 1990 y 1994, ya para el 1992 el grupo estaba conformado, potencializado. ¿Por qué? Por mi papel de director.» (José Miguel Soto Jiménez, testimonio)

En el testimonio de Soto Jiménez detalla la relación cercana que tenía con figuras trascendentes del PRD, como Hipólito Mejía y José Francisco Peña Gómez. A través de estas relaciones, Soto señala que el grupo militar influyó en decisiones políticas y en estrategias para las elecciones, aunque también existieron tensiones internas sobre la dirección política del partido.

«Coronel, y ¿cuántos muertos puede causar eso? Mire, doctor, le dije, hay lo que se llama un cálculo de bajas, de acuerdo al tipo de operación que planifiques tú puedes calcular, no exactamente, esa es una matriz, numérica, y yo creyendo que me la estoy comiendo, le dije doctor: pienso que eso no puede llegar a cien bajas. Y Peña se para, y me dice: imposible… Yo tengo la experiencia del 65. Y me dice: vamos para las iglesias. A prender velas… » (José Miguel Soto Jiménez, testimonio)

En el libro se analiza especialmente las elecciones de 1996, planteando que el contexto político dominicano se vio marcado por un ambiente de reformas que surgió después de las elecciones de 1994. Estas reformas intentaron mejorar la legitimidad del proceso electoral, con el apoyo de organizaciones como Participación Ciudadana y la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), que se enfocaron en fomentar la transparencia y la participación de la sociedad civil, así como en evitar la influencia de la partidocracia en el sistema judicial. A nivel político, la situación se complicó debido a la salud de José Francisco Peña Gómez, líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), quien padecía de cáncer. Esto alteró el panorama de la contienda, ya que se especulaba sobre su viabilidad como candidato. Además, se generaron conflictos internos dentro de los principales partidos, como el PRSC y el PLD, debido a la falta de candidatos con suficiente reconocimiento.

Sostiene Gómez Mazara que la campaña electoral fue intensa, con ataques hacia Peña Gómez, acusaciones sobre su nacionalidad y su supuesta vinculación con el narcotráfico. Sin embargo, el 30 de junio de 1996, se realizó una segunda vuelta electoral entre el PRD y el PLD. El PLD, liderado por Leonel Fernández, obtuvo la victoria con 1,466,382 votos, lo que marcó el fin de un largo dominio político de líderes tradicionales como Balaguer y Peña Gómez.

Frente patriótico 1996.

El proceso electoral estuvo bajo una estricta observación internacional, y en la segunda vuelta se firmó el Pacto por la Gobernabilidad, comprometiendo a todos los partidos a respetar los resultados. Esta victoria del PLD significó un cambio importante en la política dominicana, iniciando un relevo generacional en la conducción del país. La elección de Fernández también inauguró una nueva etapa política, caracterizada por una mayor participación de sectores jóvenes y la posibilidad de un nuevo modelo de gobernanza.

A mi juicio, hubiera sumado bastante al texto, colocar en anexos recortes de los principales titulares y periódicos que se utilizaron para desarrollar el hilo discursivo. En conclusión, recomiendo la lectura de este importante libro que contextualiza de manera objetiva los eventos más importantes del periodo histórico 1966-1996.