Me siento muy honrado en estar aquí presente ante este  público tan selecto.

Muchas Gracias al Archivo General de la Nación  por la  invitación y haber dedicado a mi persona este evento. De manera especial mi aprecio y agradecimiento al colega Roberto Cassa y su excelente equipo de colaboradores.

Mi  trayectoria  profesional ha sido tanto en derecho como en  historia,  por eso me siento ser un “historiador del derecho  dominicano”  y en ese sentido  he  publicado varias  obras.

Hoy  me  toca  un  tema de  mucho  interés y de actualidad en   nuestro entorno político, social, económico  y  cultural.  Me refiero al CONSTITUCIONAL.

Veamos, dentro del  horario  que me toca, como  lo  puedo desarrollar en apretada síntesis.

Desde su  independencia al presente, es decir 180 años, nuestro país  ha  tenido 39 constituciones, lo equivalente a 1 cada 4.6 años.   ¡Demasiado  inestabilidad institucional  y política!   Pero  no  somos  los  únicos.  Para  un  reciente trabajo, busqué los  datos  de otros países de  nuestro continente y encontré  que Venezuela ha  tenido  27, Haití 21, México tan solo 6, Colombia 9, Argentina 8. Chile 10 .  El caso de Estados Unidos es diferente, con  una sola Constitución (1787) pero con 18 enmiendas.  Los  dominicanos estamos  pues, en  primer  lugar. ¿Por qué?

Una  de las razones  es  que cada vez que se  hace  un cambio a la  Constitución, por pequeño que sea, se  dicta  un  nuevo  texto.   Un ejemplo reciente.  Teníamos la constitución de 2010 y en el 2015, se  quiso permitir que hubiera otra reelección para Danilo Medina, lo  que el  texto vigente  no  lo permitía.  Así la  Constitución del  2015,  solo agregó  una  Disposición Transitoria para que Medina pudiera reelegirse en 2016, como  en  efecto  ocurrió. Pero  fue  una  nueva constitución.

El citado hecho  del año 2015 no fue nada  nuevo.   Recordemos la extensión del  periodo presidencial bajo Báez en 1854 y  la extensión del  periodo y la reelección  de  Horacio Vásquez en la  Constitución del 1929.    Y  estos  no  han sido los  únicos casos.   Es que nuestros  políticos a todo lo largo de la  historia  dominicana (salvo honrosas excepciones) han utilizado  la  constitución  para  permanecer en el  poder  o ampliar  sus atribuciones.

Podemos  pues decir  que, en  su  mayoría, las  constituciones dominicanas han sido utilizadas para maniobras reeleccionistas o ampliar periodos presidenciales.

La  inestabilidad  constitucional dominicana, va a la par con la inestabilidad política.   Volviendo a las estadísticas, vemos  que desde el  1844 al  2024 los   ciudadanos que han  pasado  por el solio presidencial suman 49,  entre los  que  tomaron el poder en  forma violenta  y  los  electos en  comicios,  muchos de ellos fraudulentos.

Podemos  contar presidentes  tiranos  como  Santana,  Báez, Heureaux  y  Trujillo. Demócratas como Espaillat, Luperón, Guzmán, Jorge Blanco   y los  más  recientes demócratas,  Fernández, Mejía, Medina y el actual  Abinader.

También hemos tenido Presidentes títeres como Peynado, Troncoso y Héctor  Trujillo.  Provisionales como Jacinto de Castro, Figuereo, Estrella Ureña y  García  Godoy. En  cuanto a Joaquín Balaguer, lo trataré más adelante.

Volviendo a  las constituciones, que es el  tema de esta  conferencia,  vemos  que  por  norma  había que  tener una, aunque  no  la obedecieran.  Eso  nos  recuerda  que, en  la época colonial en nuestra isla, cuando llegaba de  España alguna ley o decreto (Real  Cédula del Rey) que no  convenia, el Gobernador de la  colonia se la  ponía sobre la cabeza  y decía: “Se obedece, pero  no  se cumple”. Eso mismo han  hecho muchos  de  nuestros gobernantes.

Buscando una explicación lógica a esa situación, se me ha ocurrido lo  siguiente: En la  época colonial, a  Norteamérica llegaron  emigrantes ingleses, que  huían de persecuciones religiosas, pero  que  llevaban en  sus  equipajes, las  leyes  dictadas  por el Parlamento y  que  preveían  derechos a los colonos a  tener sus  legislaturas locales que también promulgaban  disposiciones.  Cada una de las  13 colonias, inglesas tenían   un  gobernador designado  por el  Rey en Londres, pero además  un legislativo local las llamadas “House of  Burgueses” con  poderes limitados.  Había  pues  una real  democracia y eso pasó al  pueblo de Norteamérica, cuando  se  independizó en el año 1776.

En  cambio,  las  colonias españolas en el sur, eran regidas por virreyes  o  gobernadores que  tenían poderes absolutos.  No  había más leyes  que las  que  venían desde  España,  sin parlamentos  locales.  En fin, sin derecho a  representación. Ese  sistema  absolutista  y  sin  representación del  pueblo, continuó cuando las  colonias  se  independizaron en  las primeras décadas del  siglo  XIX.   Nuestro  pueblo  no  fue excepción.

Esto  quizás explica la razón de la estabilidad institucional de  Estados  Unidos  y la inestabilidad de las  repúblicas  latinoamericanas, donde  todavía  en el  siglo  XXI  hay dictaduras, revoluciones, elecciones fraudulentas   y  golpes de estado.

Para  orgullo nuestro, en  República  Dominicana la  última dictadura terminó hace 63 años  y  el último golpe de estado (1963) hace 61  años y elecciones  periódicas desde 1966.  Estamos  mejor  que  muchos otros países. Es  cierto  que  no todo  ha  sido  democracia plena  ni  elecciones totalmente libres, pero se  ha  avanzado  mucho.

Entonces. ¿Si  hemos  tenido  estabilidad desde 1966, porqué  desde esa fecha  nos  hemos dado 4 constituciones, en 1966, 1994, 2002, 2010 y 2015?

La  razón es  que los  cambios  han  sido  mayormente coyunturales y para regular la reelección presidencial.   Salvo el  texto del  2010,  esa ha  sido  la  causa.  La ambición  de  permanecer en  el  poder, se ha convertido en una fuerza dominante.

Así pues, debemos reconocer  que en  nuestro país hay  un principio no escrito, pero  nefasto. “LA CONSTITUCION DEBE SOMETERSE AL  PRESIDENTE,” cuando  lo correcto sería que “EL  PRESIDENTE DEBE SOMETERSE A LA CONSTITUCION”.   ¡Es  que cada presidente quiere tener SU   propia constitución!

Veamos ahora brevemente  cuales han sido las MALAS  Y  MUY  MALAS, las BUENAS  Y  MUY  BUENAS  de nuestras  constituciones,  según  lo   que  han aportado al  bienestar del  pueblo dominicano.

La primera, de  1844  debió haber sido  buena,  pero el articulo 210, la  dañó con los enormes poderes que otorgó a  Santana y  por esa razón la califico como MUY  MALA.    Las demás constituciones  bajo  Santana eran todas MALAS,  por sus  perfiles despóticos y continuistas. Todas las de  Báez , fueron  MALAS   hasta  llegar a la  MUY  MALA, que dispuso en 1877 que en las elecciones, el  voto debía ser “directo y oral”  y daba al  mandatario el  título de Gran Ciudadano.

Bajo  Meriño, la  Constitución del 1881  fue MALA,  ya  que el  derecho a la  vida no aparece en ellas.   Bajo  Heureaux,  se  dictaron 2 constituciones, ambas MALAS.  La primera  de 1887, porque amplió el  periodo presidencial de 2 a 4 años, pero  en forma indirecta (por  colegios electorales) y con posible reelección.   La segunda, del 1896  el  dictador, ya  titulado  “El Pacificador”, permitió que él gobernara por reelecciones ilimitadas.  Pero  3 años después,  fue asesinado en  Moca en  julio del 1899.

Se inicia el  siglo XX.  El  desastre económico  que  había dejado el  gobierno de  Heureaux, con  una enorme deuda externa, provocó que el  Gobierno de  Estados Unidos tomara el control de nuestras aduanas   y con el  producto de sus ingresos, irla pagando. Pero  internamente  continuamos inestables.  Entre 1899 y 1908 tuvimos 6 presidentes y   con la  constitución de 1896  que seguía vigente.

Fue  bajo el gobierno de Ramón Cáceres, en  1907 que  se  dictó una nueva constitución. Podemos decir  que fue una constitución BUENA  pues  eliminó  rastros de la del  1896, ya que estableció la  inviolabilidad de la vida como  uno  de los derechos fundamentales  y lo  mismo  el  derecho de elegir y  ser  elegido, el derecho a denunciar la inconstitucionalidad de una ley y  el  derecho de petición.  Pero fue de  muy corta duración, pues al año siguiente  fue  sustituida.

La  Constitución del 1908  ha  sido una de las mejores de ese  periodo.  Cáceres seguía en el  poder  y había estabilidad política. Se introdujeron cambios que aún perduran. Importante fue que se estableció el recurso de casación en materia judicial.  Al  congreso se le dio facultad para legislar sobre la  conservación de los  monumentos antiguos y constituir la arqueología nacional. En  el  preámbulo.  En vez de  invocar, como las de antes, al “Supremo Autor y Legislador del Universo”, este texto  se inició con la corta frase; “En nombre del  Pueblo”, Se estableció que  ningún dominicano  podía  alegar otra nacionalidad mientras estuviera en el país. Se abolió el cargo de vicepresidente de la  República,  estableciendo que, en caso  de falta del  presidente, el  Congreso era quien designaba el  sustituto, Este texto  duró hasta 1916.  Vemos que fue Otra BUENA constitución. A  diferencia de las demás, la  constituyente se  reunió en Santiago, no en la capital,

La inestabilidad política  continuaba  y  las  recaudaciones fiscales disminuyeron de tal  forma  que el  gobierno de  Estados  Unidos  que no  veía solución por parte de los  dominicanos de pagar su enorme deuda externa, en  1916, decidió ocupar  militarmente el  país.  Así, el  29 de  noviembre de  ese año tropas del Marine Corps desembarcaron y  pusieron  fin a nuestra soberanía y a su constitución.  ¡Nos  quedamos  sin Carta Magna!

Los  8  años de  ocupación  terminaron  con  un  acuerdo en 1922, que previó elecciones libres y una  nueva constitución. Así sucedió y una asamblea  constituyente se  reunió entre abril y junio de 1924. Mientras tanto en unos  comicios libres, Horacio Vásquez ganó la presidencia y  con límite de  4 años solamente.

Así tenemos  la  Constitución del 13  de  junio de 1924, una  de las más importantes de  siglo XX dominicano. La  podemos calificar como BUENA  porque enfatizó el derecho a la  vida, las elecciones directas, la  no reelección inmediata, la creación de la  Junta Centra  Electoral y  el  control constitucional  por parte de la   Suprema Corte, entre otras  novedades. Esta  constitución  tuvo  corta  duración, pues a solo 3  años de su promulgación, fue  modificada,  para mal del  país, pues  se  nos  quiso  llevar al  viejo sistema de reelecciones  y  prolongaciones.  ¡No aprendíamos del  pasado!

Así vemos  que  Vásquez  quiso prolongar su  mandato  y  así  un  sumiso  congreso dictó en  junio de 1927 un  nuevo  texto  que  lo  mantendría en el  poder  hasta 1930.   No  hay  dudas de que esta  fue una MALA e innecesaria constitución en una época cuando el  país se modernizaba y  buscaba estabilidad  política.

En  enero 9  del 1929, se  dictó  otra constitución, esta  vez  por razones  importantes  que la  hacen una BUENA y es  que se  negociaba con  Haití  un  tratado que aclarara cual sería la real frontera entre ambas  naciones,  Ya no sería lo convenido bajo el  Tratado de  Aranjuez  como decían las  anteriores, sino lo que  acordara ese acuerdo cuando  fuese ratificado.  La  vieja disputa quedaba resuelta.

LAS 8 CONSTITUCIONES BAJO TRUJILLO.

Se pensaría que bajo una dictadura tan feroz  como la de  Rafael  Trujillo (1930-1961) todas las constituciones serian malas  y  la  mayoría lo fueron.  Pero dos de ellas fueron beneficiosas  para el  pueblo dominicano.  Nos referimos a las de  1942 y  1947.

La de enero de  1942 daba a la  mujer dominicana por primera vez el derecho el  voto.  Además, estableció normas sobre los derechos de la clase obrera, lo  que le da el carácter de BUENA, aunque por otra parte  extendió el periodo presidencial de 4 a 5 años y suprimió la vicepresidencia de la república.

La  segunda, del año 1947 estableció un  nuevo  sistema  monetario y  bancario en  el  país.   En ese año se  planeaba saldar  nuestra deuda externa, lo  que  permitiría una autonomía financiera, al  no depender ya del  control norteamericano  que  teníamos desde  1907.  Eso permitió que bajo esta Constitución  se estableciera el Peso  como nuestra propia  moneda, eliminado el dólar estadounidense y  se  creó el  Banco  Central de la  República, MUY  BUENA,  aun bajo una dictadura.

Habíamos saltado la  Constitución del  1934  por ser  menos  importante.  En  ella se aumentaron a  favor del Poder Ejecutivo la  facultad de “legislar acerca de toda materia que no sea de la competencia  de otro Poder del Estado o  contraria a la Constitución, ” aumentando así los poderes de   Trujillo. Así que  fue MALA.

En diciembre de 1955  tuvimos  una  nueva constitución, En ese año  Trujillo  cumplía  25 años gobernando al  país, lo  que ese fue  celebrado con  una Feria  Internacional y declarando  ese año “Año del  Benefactor de la Patria”, Entre otros temas se dispuso que los  bienes de expresidentes y “benefactores” eran  inembargables; se  reconoció que el Partido  Dominicano (único permitido)  era “el  agente de  civilización para el pueblo dominicano”.  El  comunismo se  declaró incompatible  con los principios  constitucionales. Otros  temas menores fueron que se permitió la desheredación de  hijos  y  se le dio carácter constitucional al  Concordato celebrado entre el país y el Vaticano. Evidentemente una MUY MALA  CONSTITUCION.

Cuatro años  después se  dictó la  Constitución del  7  de noviembre de 1959.  Su  único propósito fue cambiar la forma de  modificarla, quedando ese derecho  en manos de legisladores, actuando como Asamblea Nacional.

La  última  Constitución bajo  Trujillo, fue la de  junio 1960, cuando su  régimen se  tambaleaba,  con crisis  interna e  internacional.  Varios complots para acabar el  régimen fueron develados y la jerarquía  católica le retiró su apoyo.  Ese  nuevo texto permitió que por ley se pudiera aplicar la pena de muerte, la incompatibilidad del comunismo fue eliminada y redujo  los  periodos presidenciales y  legislativos de 5 a 4 años. MALA Constitución.

La  última constitución bajo  Trujillo  se  dictó ese  mismo año, el 2 de diciembre de 1960. El Gobierno dominicano había sido  condenado internacionalmente por  su  intento de asesinar al presidente de Venezuela  y éramos  ya  una paria en América, habiendo  todos los países de ese  continente roto relaciones diplomáticas  y económicas  con la  República Dominicana.   Este  texto  tuvo  como  finalidad consagrar que el país no favorecería  una condena  en  contra de un país hermano de América. Se abolió el cargo de vicepresidente y en caso de vacancia de la presidencia, seria designado por el congreso.  MALA.

Cinco meses después de promulgada esta constitución, Trujillo perdió la  vida en  un atentado perpetuado  por algunos de sus más cercanos colaboradores.   El  30  de mayo de 1961 ha  quedado en  nuestra  historia como el  DIA DE LA LIBERTAD, aunque el  régimen en sí duró algunos meses más.

El resto del año 1961 fue  muy agitado, con la  formación de  grupos y  partidos políticos, la  llegada de los exiliados  y enfrentamientos entre la  policía y los  jóvenes que buscaban  el desmantelamiento  total de los  vestigios de la  dictadura.  En noviembre de ese año  un  golpe  militar  logró la  salida de la  familia  Trujillo  y  el  retorno a la democracia, Finalmente en  diciembre se llegó a un  consenso que llevó a que el Congreso reunido  como  Asamblea  Nacional,  modificara la vigente constitución. Se acordó que  a partir de enero  1962  el país sería  gobernado  por un  Consejo de Estado, cuya misión seria preparar elecciones  libres  y organizar la nación como un estado  democrático.  Esa  fue la MUY BUENA  Constitución  del  29 de  diciembre de 1961.  Se destaca en ella  devolver a la capital de la república su antiguo nombre de  Santo Domingo, permitir la confiscación de  bienes  mal habidos con la creación de  un  tribunal ad-hoc a esos fines.

Logrado  todo lo anterior, el  Consejo de  Estado (dirigido al  principio por  Joaquín Balaguer  y  luego por  Rafael Bonnelly) se  pasó todo ese año 1962  dictando la  legislación  que adecuara al  país a su nueva vida democrática.   Se  dispuso  que habría elecciones generales para agosto de 1962.

Pronto el Consejo de Estado reconoció que no  había  tiempo para organizar elecciones en agosto de ese año, como requerida la Constitución, por lo  que, usando sus facultades, dictó un  nuevo texto en  fecha 16 de septiembre de ese año.

La  Constitución del 16 de septiembre de 1962  tuvo por objetivo  crear de nuevo la vicepresidencia de la república, la no reelección inmediata a nivel presidencial  y la  celebración de elecciones generales el  20 de diciembre, Por ser  una constitución que buscaba llevarnos a la democracia, la consideramos BUENA.

Esas elecciones del  20  de diciembre  fueron  totalmente  libres y  muy concurridas. La  presidencia la  ganó  con el  59% de los votos el  dirigente del  Partido  Revolucionario Dominicano, Juan Bosch, recientemente llegado del exilio.  Bosch tomó posesión a su cargo  el  27 de  febrero de 1963 normalizando el país bajo  un  régimen democrático.

Una  de las constituciones  dominicanas más  importantes y quizás la más  controvertida es la del 29 de abril de 1963.  Los  diputados electos en  los comicios de diciembre del 1962 fueron los  constituyentes  y  como el  partido de  Bosch, el  PRD  sacó amplia mayoría en el  congreso, y esa sería la “Constitución de  Bosch”.

Bosch  fue un destacado  intelectual que por que adversar la dictadura de  Trujillo  tuvo  que exiliarse en 1938.  Durante su exilio en  Cuba  fundó el  Partido Revolucionario Dominicano (PRD) de  tendencia socialdemócrata  y  trajo esa ideología al país  cuando regresó  en 1961.     Ella  fue la  que inspiró la  Constitución del 29 de abril del año 1963.

En su  preámbulo se decía que esa constitución era “humana, democrática y revolucionaria”. Fueron  muchos  los artículos que  traían novedades a  nuestra  política.  Mencionemos las  más  importantes: La  libertad de  trabajo,  el derecho a la  huelga  y al paro; el derecho a los  trabajadores participar en los  beneficios de las empresas donde laboraban, la prohibición del latifundio, la  declaración de  que solo  personas físicas dominicanas  podían ser  propietarias de la  tierra, el derecho a cada familia campesina  a ser  dueña de su pedazo de  tierra. que “la  ciencia sería  el  fundamento  básico de la educación” (no la religión); la prohibición de expulsar a los dominicanos de su  país.  La reelección  inmediata fue prohibida.  Esos principios tan revolucionarios para esa época  fueron acogidos  por los  grupos sindicales  y  campesinos, pero  rechazados por los conservadores.

Es mi parecer, que  Bosch olvidaba  que en  la  Republica  Dominicana, de hecho, no era el  pueblo quien  gobernaba,  sino  que el  poder  “de facto” estaba en manos del   gobierno de   Estados  Unidos,  las  Fuerzas  Armadas  dominicanas, el empresariado  y la jerarquía católica.   Contra esos  poderosos  grupos se  enfrentarían  Bosch, su  gobierno y su  constitución que  califico como MUY  BUENA,  pero  que por las razones indicadas  duró lo que  su  gobierno.  El 25 de septiembre de ese año, un  golpe  militar tumbó el  gobierno  y  con ello quedó abolida  esa Constitución.

Los años siguientes fueron intranquilos  para los  dominicanos,  quienes  habían pensado  que la caída de la dictadura le traería paz, democracia y progreso. En  vez  nos llegó  un  gobierno  provisional ilegitimo, el  Triunvirato, una  revolución seguida de una  intervención  militar extranjera  y  otro  gobierno provisional, todo sin  constitución.  Ello a pesar de que luego de   la “Revolución de  Abril”  y la intervención, para tratar de  llegar a alguna normalidad, se dictó el llamado “Acta Institucional” del  5 de septiembre de 1965, que tomaba  disposiciones de textos anteriores, sin  grandes  novedades, pues se reconocía que era provisional.  No  puede considerarse como una constitución.

Lo que sí resulta  interesante es  consignar  que  siendo la  mayoría de las  revoluciones en nuestro país para derrocar gobiernos y derogar constituciones, “la “Revolución de  Abril”  la de  1965  fue para  reponer una.

En  1966,  se  dictó la constitución  de más larga duración en nuestra historia. ¡Permaneció 28  años!  Fue moderadamente conservadora  como veremos.

Joaquín Balaguer  había sido electo en los  comicios de   junio 1º, 1966   con el  56% de los votos a  nivel  presidencial  y gran mayoría en el  congreso,  por lo  que esta constitución  fue la  suya.  En ella se  mantuvieron los  principales derechos  humano de textos anteriores, como  el derecho a la vida y la prohibición de la  pena de muerte.  Pero  a  nuestro juicio  el punto  más importante figura en el   Art, 4 que textualmente dice. “El Poder Ejecutivo se ejerce por el Presidente de la  República, quien será elegido cada cuatro años por voto directo.”  Con esas  sencillas  palabras, se  aprobó la reelección sin  límites, lo  que  permitió a  Balaguer  gobernar por 12 años  entre 1966 y 1978 y  luego  por 10  más entre 1986 y 1990.

¿Cómo  calificamos esta  constitución?    Yo  diría que MALA  pues  además de ser  muy conservadora, permitió la  permanencia en el  poder por  tiempo  indefinido a uno  de los  dirigentes  políticos  más controversiales del  siglo  XX.   Esta constitución  rigió aún  bajo los  gobiernos democráticos   del  PRD  de  Antonio Guzmán y Salvador  Jorge  Blanco, pues como el  congreso  estaba en  manos de los  balagueristas, ellos  no  podían modificarla.

Fue  en agosto de 1994 que la longeva constitución de 1966  fue  sustituida y  surgió  debido a  una gran crisis  política ese año. Balaguer  había  sido reelecto varias veces  en  comicios muy  cuestionados (1970, 1974 y 1986) y  quiso reelegirse en 1994 y  se  pudo evidenciar que  sería a  través de otro  fraude.  Efectivamente, al verificarse los  resultados de los  comicios del 16 de mayo de ese año, Balaguer apareció  el 42% de los  votos  y  el opositor José Francisco Peña Gómez con el 41%.  Bosch solo  logró  el  13%.  Esa cercanía de  votos entre Balaguer y  Peña Gómez llevó a una crisis  que solo se  pudo resolver con  un  acuerdo   llamado “Pacto Por la  Democracia” que   dispuso adelantar las elecciones presidenciales en 1996 y en las cuales Balaguer no se  postularía.

Ha  sido  muy  importante la Constitución del  20 de agosto de 1994.  Ya los  principales lideres del  siglo  XX, Balaguer, Bosch y  Peña Gómez estaban en las postrimerías de  sus  vidas y  surgían  nuevas  figuras  y  nuevos  partidos.

Esta  Constitución,  que la califico  MUY  BUENA  quitó al  Senado el  poder de designar a los  jueces,  creando  un  nuevo  organismo, el  Consejo Nacional de la  Magistratura,  compuesto  por representantes de los  tres poderes del  Estado,  que  podía ser más  ecuánime a la  hora de escoger los  jueces.   Se  prohibió la reelección  inmediata;  se separaron las elecciones para  que las municipales no  se  celebraren  junto a las presidenciales y congresuales. También  se  estableció la  doble  vuelta electoral para  el  caso  de  que ningún  candidato  obtuviera más de la mitad de los  votos. El recurso  de  inconstitucionalidad  ante la Suprema Corte de Justicia  fue  otro  logro.  Muchas de esas  novedades se han  mantenido  hasta hoy.

La próxima constitución fue dictada 8 años después, el 25  de julio del 2002, siendo la primera del  siglo XXI.   Fue, como tantas otras, buscando la extensión del  periodo del  presidente en el  poder.   Se trata de  Hipólito Mejía, electo en 2002, que quería repetir  en el 2006, para lo cual había que permitir un segundo  periodo para el  mandatario, lo  que la  constitución no permitía.        Ese fue el cambio propuesto y  logrado,  Nada de  fondo  o  provechoso  para el  país.   Lo curioso de  este caso es que  Mejía perdió las elecciones con  solo el 33% de los  votos  y su  rival, Leonel Fernández  logrando el  57%, ¡Ironías el destino! MALA   constitución.

La  CONSTITUCION  DE  LA CONSULTA POPULAR DEL  2010.

Importantísima constitución.  El presidente de  entonces,  Leonel Fernández, dispuso  en agosto del 2006 crear  una  Comisión de  Juristas que sugiriese  los  cambios necesarios. Esa  comisión trabajó varios  meses  en  un inédito caso de  buscar un  consenso sobre lo  que   debía  contener el  nuevo  texto.   Lo  logrado fue  mucho  y  resumimos:  Se reconoció el  derecho a la  vida  “desde la concepción hasta la  muerte,”  con lo  cual el aborto quedó prohibido, lo  que  ha  provocado  muchas polémicas en el  país.  La creación del  Tribunal Constitucional  fue quizás la  novedad más  interesante   de esta  constitución.  Como  control popular se  establecieron el  Plebiscito  y el  Referéndum,  importante  novedad, pero  que requiere leyes  que los organicen, lo que  aún no se ha logrado.

Los  Derechos  fundamentales   se  dividieron en varios títulos,  destacándose  como  nuevos  los  derechos económicos y  sociales,  los derechos culturales y deportivos, los derechos colectivos y  del medio ambiente,

Como  vemos esta  es  una  constitución muy  inclusiva, detallada y novedosa, por lo  que es  una  MUY  BUENA CONSTITUCION

LA  CONSTITUCION DEL 13  DE  JUNIO DE 2015.

A escasos  5 años del  texto del  2010, de  nuevo se  modificó  nuestra  constitución,  pero  solo  con el  objeto de permitir la reelección  del  presidente de turno, O sea que volvimos al  viejo  sistema de que  muchos  mandatarios  querían SU CONSTITUCION.    En este caso  Danilo  Medina   logró el  cambio  y  pudo reelegirse, repitiendo esos muchos  casos en  la  historia dominicana, Una  MALA Constitución.

Hoy justamente estamos en el proceso para darnos una  nueva constitución. Será la  40ava. Ojalá sea BUENA  para el  bien del país.

Aquí  concluimos este largo y  tortuoso camino en la  vida constitucional dominicana. Gracias  por  su  paciencia al escucharme.

Santo Domingo, 14 de Octubre del  2024