Ante las propuestas de reformas a la Constitución planteadas por el presidente Luis Abinader, se levanta una preocupación significativa en la opinión pública sobre el rol del Congreso.
El Partido Comunista del Trabajo entiende que una mayoría de legisladores que dependen del poder presidencial para mantenerse en sus cargos, se teme que el congreso actúe como un simple "gomígrafo" que solo ratifique las iniciativas del gobierno, sin un verdadero debate democrático que otorgue amplitud y profundidad a las reformas.
Para este partido las reformas propuestas, además de ser limitadas en sus alcances, incluyen la unificación de las elecciones municipales con las nacionales, lo cual es percibido como un retroceso democrático.
Frente a esto, la organización política hizo un llamado a la movilización popular, vista como la única fuerza capaz de disuadir al gobierno y al Congreso de continuar con un régimen conservador.
Este movimiento popular, según voces de la izquierda, debería centrarse en un pliego de reformas que realmente modernicen el régimen político dominicano, una reforma democrática que ha sido esperada desde la caída de la dictadura de Trujillo en 1961.