El abogado Namphi Rodríguez consideró que hay que blindar el procedimiento de convocatoria de la Asamblea Revisora de la Constitución, con el objetivo de evitar que el mecanismo de reforma constitucional pueda ser utilizado sin la ponderación y serenidad que requiere la construcción del consenso de la clase política.

El jurista precisó que las leyes que declaran la necesidad de la reforma constitucional no pueden ser utilizadas como un sistema de petición permanente que cree incertidumbre política.

El también catedrático dijo que aunque el procedimiento de reforma a la Carta Magna se considera rígido al establecer la Constitución que sólo puede ser revisada por un trámite que ella misma prescribe, "lo cierto es que en la ley que declara la necesidad de reforma subsisten debilidades que pueden ser fuente de conflictos políticos y jurídicos".

Al participar en un panel sobre la reforma constitucional junto a Eduardo Jorge Prats, Nassef Perdomo, Jottín Cury y Leyda Piña, Rodríguez indicó: "e ha abierto un debate sobre los límites de la Asamblea Revisora frente a la ley que declara la necesidad de la reforma, en el sentido de si la Asamblea es soberana y no está atada a la ley que preceptivamente enuncia cuáles son los artículos que se deben modificar".

Además, calificó como controversial una sentencia de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) replicada por el Tribunal Constitucional que afirma que la ley que declara de reforma es ordinaria y que no precisa mayorías calificadas en el Congreso.

“Eso quiere decir que bastarían 17 senadores de una matrícula de 32 para reunir la cámara y 12 legisladores aprobarían la ley de reforma en la Cámara Alta”, advirtió.

Asimismo, puntualizó que en el caso de la Cámara de Diputados, 96 legisladores de una universalidad de 190 puede reunir la Cámara Baja y hacer aprobar la ley que declara la necesidad de la reforma con 64 votos.

“Ya en la Asamblea Nacional Revisora de la Constitución el quórum se conformaría con la presencia más de la mitad de los miembros de cada una de las cámaras legislativas y sus decisiones se tomarían por mayoría de dos terceras partes de los votos”, agregó.

Dijo que, a futuro, hay que propiciar “candados” para asegurar un procedimiento que garantice un consenso más intenso en las cámaras legislativas antes de proceder a la aprobación de una ley de la reforma de la Constitución.