Para el entonces candidato a la Presidencia, Danilo Medina, por allá en el 2012, antes de ganar las elecciones, la corrupción y la falta de honestidad en República Dominicana eran males que él – y su futuro gabinete – dejarían atrás.
"Yo quiero avanzar hacia una sociedad que supere esa cultura de deshonestidad que tenemos", refería el aspirante a la Presidencia en una entrevista, en la que participaron destacados periodistas, entre ellos, Juan Bolívar Díaz.
Medina continuó diciendo: "Muchas veces se piensa que quienes estamos dañados somos los políticos y los partidos: y no es así. Hay problemas en todas partes. Yo he acuñado la frase de que quien te daña no es la política, sino la cuna. Si tú procedes de una cuna carente de valores tu no vas a resistir la primera oportunidad de tocar fondos que no son tuyos".
Lejos tenía que, a menos de una década de esas palabras, los miembros del Partido de la Liberación Dominicana, hoy alejados del poder, estarían envueltos en algunos de los escándalos de corrupción más importantes, iniciando en el 2020 con el Caso Pulpo, cuyos tentáculos se extienden hasta el circulo familiar del expresidente.
Las palabras de Medina en el 2012 quedaron preservadas en un vídeo – a veces difícil de encontrar, pero que Internet preserva e internautas no olvidan – y en un tuit de ese año, corto, pero conciso.
Pero la respuesta sobre la corrupción del hoy presidente del PLD no se quedó en la falta de esa cultura de honestidad, sino que se extendió a manera de crítica, a la famosa excusa (tan vieja como manida), de que cualquier señalamiento sobre actos indebidos por parte de servidores públicos, miembros del Congreso o alcaldes y alcaldesas se trataba de una acusación política.
"El que roba, no quiere que le digan que es ladrón, y si lo acusan, entonces dicen que es política la acusación", criticaba el entonces candidato presidencial, advirtiendo que para esas personas no debería sorprenderle que la sociedad desee que sean sancionados.
En Noruega una familia no acepta que un pariente se corrompa. Los amigos sacan a esa persona de sus círculos, y cuando va a un lugar público la gente se para y se va y le dicen al dueño “yo no respiro el mismo aire que respira ese señor que entró”. Entonces cuando eso comience a ocurrir en la República Dominicana, entonces tenemos una voluntad colectiva para combatir la corrupción.
Operación Calamar
El Ministerio Público puso en marcha la noche de este sábado la Operación Calamar, luego de una compleja investigación realizada por la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA).
En la operación se realizaron 40 allanamientos distribuidos en el Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo, San Pedro de Macorís y La Romana, en los que participaron 40 fiscales, decenas de técnicos de diferentes unidades de investigación, 300 miembros de la Policía Nacional y un amplio equipo de apoyo administrativo.
Entre los arrestados para ser presentados a solicitud de medida de coerción se encuentran, el exministro de Hacienda, Donald Guerrero; ex ministro administrativo de la presidencia, José Ramón Peralta; exministro de Obras Públicas Gonzalo Castillo; ex contralor general de la República, Daniel Omar Caamaño; el exdirector del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), Luis Miguel Piccirilo; exdirector de Catastro Nacional, Claudio Silver Peña, y los exdirectores de Casinos y Juego de Azar, Oscar Chalas Guerrero y Julián Omar Fernández.
Asimismo, están arrestados Roberto Santiago Moquete, Agustín Mejía Ávila, Emil Dávila Fernández, Marcial Reyes, Alejandro Constanzo, Yahaira Brito Encarnación y Ana Linda Fernández.
La imputación preliminar del Ministerio Público en contra de los imputados es de asociación de malhechores, desfalco, coalición de funcionarios, falsificación de documentos públicos y privados, soborno y financiamiento ilícito de campaña a una escala sin precedente, lavado de activos, entre otros.