Este mayo de 2024, en la República Dominicana, se cumplen 82 años del reconocimiento del derecho al voto de las mujeres. Una conquista de su ciudadanía política, y del esfuerzo sostenido para que este derecho se traduzca en respeto, participación y representación.

Sin olvidar que las mujeres esperaron casi 100 años para lograr este importante derecho, considerado como la puerta de entrada a un ejercicio pleno de otros derechos.

¿Qué ha ocurrido en todo este tiempo?

Desde las propias mujeres, y aprovechando los espacios e instrumentos a su alcance, han sido impulsadas diferentes estrategias para lograr la equidad política.

Jacqueline Montero.

Entre estas, la Cuota de Representación, una política para alcanzar la equidad.

Pero resulta que la cuota en ninguna de sus fases ha sido alcanzada por las mujeres, por falta de aplicación adecuada o interpretación acomodada por los partidos.

En 1998 cuando se aplicó por primera vez la cuota del 25% para las mujeres, los partidos hicieron sus listas colocando a las mujeres al final sus propuestas de elección. Querían cumplir la cuota, pero relegar a las mujeres como siempre hicieron.

Con la ley 12/2000 que aumentó la cuota al 33% nunca las mujeres lo alcanzaron, lo más cercano fue el 30% en las regidurías, logrado en los periodos de 2016/2020.

Con la ley 13/2000, modificada por la ley 176-07, es igual o peor, esta ley tiene el mandato de alternar hombres y mujeres en las postulaciones a las alcaldías y vice alcaldías y el mayor número de alcaldesas logradas fue en las elecciones de 2016 para un total de 20 mujeres alcaldesas.

El pasado 18 de febrero de 2024, el país se abocó a un proceso electoral, que por primera vez escogía en forma separada, las autoridades municipales, a nivel nacional.

Fueron seleccionadas por el voto popular un total de 3,730 puestos para alcaldes, alcaldesas, regidores, directores y vocales.

Se seleccionaron 158 alcaldes de los cuales sólo 16 son mujeres, para un 10.13% y 142 son hombres para un total de 89.87%

En las regidurías de un total de 1,157, se eligieron 479 mujeres para un 41.40% y 678 son hombres para un 58.60%.

Los datos, oficiales de la Junta Central Electoral, hablan por sí mismos: hablan de derechos no ejercidos, de representación insuficiente y de una democracia imperfecta.

La actual ley electoral, 20-23 establece que hombres y mujeres no deben tener ni menos de un 40% ni más de un 60%, en un contexto regional donde las condiciones y realidad van dando paso a la paridad política en la representación de los cargos electivos y por designación.

Mirar hacia los obstáculos

¿Cuáles son las principales barreras que limitan la participación y representación política de las mujeres en República Dominicana?

Pese a su incorporación masiva al mercado laborar, su permanente proceso de crecimiento educativo y su incursión en áreas consideradas masculinas, en el imaginario cultural, las mujeres siguen teniendo la responsabilidad principal, cuando no exclusiva, del cuidado familiar, y el país carece de suficientes y efectivas políticas públicas para darle un giro a esa situación.

En el imaginario patriarcal, esa es una responsabilidad casi absoluta de las mujeres y la responsabiliza de las fallas sociales.

La sociedad no admite real y responsablemente la importancia del aporte que representa la incorporación de la mujer al trabajo, la economía, la ciencia, el desarrollo, la educación. Siguen mirando como hechos extraordinarios, episódico, casos extremos y por ello las políticas públicas, son tibias o inexistentes. Aún se admite con limitaciones la presencia de la mujer en la vida pública, política e institucional del país.

Las fallas de la democracia y del sistema electoral, que no establecen consecuencias contundentes al incumplimiento de las normas y mandatos constitucionales. Los partidos políticos siguen actuando con la presión de los hombres, porque aún creen que la política es asunto masculino, y que la mujer debe seguir recluida en el hogar.

Los partidos políticos, hechos, diseñados, pensados, y estructurados desde lo masculino, la política, las decisiones, el poder, son asuntos de hombres, las mujeres solo representan votos.

SCRD – Rally Derechos Niñas (Junta de Mujeres Mamá Tingo, Bajos de Haina) 02/07/22 @mikpasco

Los partidos no ponen suficientes recursos al servicio de las candidaturas de mujeres, o las colocan en lugares poco ganables, la historia se repite y se repite.

La fidelidad partidaria impide que las mujeres hagan alianzas de género, perdiendo, gracias a ello, la oportunidad de incluir en la recién pasada reforma electoral la inclusión de la Paridad.

La violencia política, el acoso político, de que son víctimas frecuentes, impide a muchas tener una carrera sostenida en la política.

También es notoria la menor exposición mediática que los candidatos hombres.

Hacia donde caminar para revertir esta realidad

Una política pública de cuidado eficiente, real universal, que represente un verdadera revolución en los roles de género.

Consecuencias contundentes para el incumpliendo de la ley. Más recursos, económicos para las mujeres en la política.

Más acceso de las mujeres a formación y uso de las tecnologías.

Mayor exposición en los medios de comunicación.

Alianzas reales entre las mujeres para avanzar en el logro de políticas más efectivas.

Mayor apoyo y acompañamiento del movimiento de mujeres feministas y de sociedad civil, a las mujeres políticas.

Educación continúa en igualdad de género e impulso a las políticas de masculinidades, a todos los niveles.

Cumplimiento efectivo de los convenios internacionales sobre derechos de las mujeres ratificados por el país, como la Convención para la Eliminación de la Discriminación (CEDAW), la convención para la Erradicación de la Violencia (BELEN DO PARA), y los Convenios de la Organización Internacional del Trabajo, (OIT).

Convertir la Constitución Dominicana en un verdadero instrumento de derechos.mujeres-del-pld-marchan-en-santiago-para-exigir-mayor-seguridad-y-que-bajen-la-comida

Cumplir la ley es fundamental para la democracia

Un dato interesante es, que en el nivel de regidurías, que implementó el voto preferencial, se vota directamente por el o la candidata, no hay arrastre, la representación de las mujeres aumentó a un 41.40%, unos 12 puntos por encima de las elecciones anteriores.

Esto significa que la ley electoral 20-23, obliga a los partidos al balance de 40/60 que a su vez contribuye a subir el número de mujeres en las regidurías, lo cual permite considerar el valor de la cuota para las mujeres y otras minorías.

Además puede llevar a pensar que el activismo social de las mujeres en las comunidades y territorios, las visibiliza a pesar del limitado apoyo que reciben de sus partidos.

Falta observar en los comicios de mayo 2024, cuáles serán los resultados en el nivel congresual, donde solo 13 mujeres exhiben candidaturas al Senado de la República, y un total de 598 aspiran a Diputadas en todo el país.

Aun cuando es entendible lo mucho que cuesta renunciar a los numerosos privilegios otorgado a los hombres, por la sociedad machista y patriarcal, pero la verdad también es que resulta difícil de aceptar una democracia sin la otra mitad.

Fortalecer la democracia pasa por la inclusión de las mujeres y de otras minorías, claro. Las mujeres son parte fundamental del desarrollo, de la convivencia y de la gobernabilidad.